Ante el panorama que dejaron las Primarias Abiertas, la oposición, en sintonía con los medios, busca pintar un panorama desolador para la economía. Falsas expectativas que perjudiquen el punto más fuerte de la gestión.
Ya no hace falta aclarar que la economía no es una ciencia exacta como le gustaría a muchos académicos del área, sino que se trata de una Ciencia Social y por lo tanto, está condicionada por los disímiles comportamientos de las personas. Hablar de economía sólo con números, es tan pobre como hacerlo sin ellos.
En la economía -y no hace falta aclararlo- juegan muy fuerte las expectativas tanto de las personas individuales como las de empresas y grandes corporaciones. Pero ¿Cómo se crean estas expectativas?
Los sectores dominantes de la población, la clase dirigente, y los banqueros, suelen tener información privilegiada sobre el devenir de la economía aunque en muchos casos se equivocan. En oposición, los sectores de menos ingresos se manejan con información sesgada y que consumen a través de los medios sobre el futuro de la economía.
Esto pone a los medios en un lugar de poder relativo para influir en las decisiones de un amplio sector de la sociedad en relación a sus ingresos o ahorros. Si, como viene sucediendo, los matutinos más populares de la Argentina se ponen de acuerdo y publican, por ejemplo, a modo de hipótesis, que el dolar estará a 5 pesos en diciembre, es probable que muchos de sus lectores se asusten y corran a comprar divisas extranjeras haciendo aumentar su precio.
Esta es hoy la estrategia de los medios hegemónicos ante la imposibilidad de influir en términos políticos: crean expectativas negativas sobre la economía argentina para intentar influir sobre el comportamiento de un amplio sector de la sociedad, y así, lograr sus propias profecías autocumplidas.
¿Qué son exactamente las profecías autocumplidas? Supongamos que un matutino publica que a partir de mañana no habrá más plata en los cajeros automáticos. Es más que probable que todos aquellos que necesiten sacar dinero, se apuren a hacerlo hoy y en una gran cantidad vaciando los cajero, con lo que lo anunciado por el diario se convertiría en realidad; algo que no hubiera ocurrido sin el falso anuncio.
Entonces, una profecía autocumplida no es más que una mentira que genera una expectativa sobre el futuro para convertir el dato falso en realidad.
La Nazión comenzó a transitar éste camino: habla de ajuste, de fuga de capitales, de desplome del precio de la soja, de inflación, de devaluación del real, descontrol de subsidios y demás.
La idea es generar expectativas negativas para condicionar a los actores de la economía, intentar una profecía autocumplida y a través de un panorama negativo, buscar influir en términos políticos. Sin embargo, hace años que Clarín se refiere año tras año a una fulminante crisis energética que nunca ocurrió.
La estrategia es esa y se verá en los próximos días sobre todo en el debate por la aprobación del presupuesto 2012 que deberá debatir el Congreso Nacional. No hay que esperar otra cosa, con el miedo político e institucional no se pudo, ahora intentarán con el miedo de bolsillo.
Como decimos siempre; sí Néstor, están nerviosos. Más que eso, están al borde de un ataque de nervios.
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