El dueño de Editorial Perfil, tras varias editoriales en las que intentó despegarse discursivamente de Clarín, hoy reivindica al CEO Héctor Magnetto. Lo define como "desarrollista" y "parco".
Hace apenas una semana, Fontevecchia aseguraba que Perfil era "liberal de izquierda" y se preocupaba por la incomprensión que significaba esta postura ideológica tan común en el primer mundo, pero tan poco extendida en éstas tierras, como él mismo se ocupó de aclarar.
Siete días después, el dueño de Editorial Perfil, describe a Magnetto como un hombre "parco" que adscribe al "desarrollismo".
Dice Fontevecchia: "El Magnetto que yo conocí hace veinte años era un parco contador, hábil para multiplicar el capital de la empresa que conducía pero desapegado de trascendencias inmateriales. Nunca lo hubiera imaginado siendo personaje de los diálogos fundamentales de los dos siglos de existencia de Argentina. Evidentemente, otros están viendo un Magnetto distinto del que yo conocí a lo largo de las dos décadas. Me puedo equivocar, pero nunca vi un torturador ni un asesino en sus ojos y eso que me tocó padecer las consecuencias del abuso de su posición dominante, creo, más que nadie en la Argentina, y tener conversaciones duras por esos enfrentamientos".
"Lo escuché a Magnetto, en una comida en la que estábamos solos, quejarse de 'las políticas liberales que lo único que hacen es achicar el mercado'. El era desarrollista y coincidía con Kirchner, con Lavagna y con Duhalde en este modelo industrialista, de consumo y desarrollo del mercado interno. No por generoso, sino porque era lo que le convenía para vender sus productos. A mis ojos, es inverosímil un Magnetto operando con la oligarquía, tanto en la dictadura como en el menemato, para instaurar en la Argentina un modelo económico neoconservador, porque era lo último que le convenía. Sí me lo puedo imaginar operando en sentido opuesto, pidiendo devaluaciones, medidas proteccionistas, intervención del Estado con subsidios, licuaciones de deudas y protección al empresariado nacional", agrega Fontevecchia, que parece no haber leído Clarín en los últimos 4 años en los que criticó los subsidios, destruyó la 125 actuando codo a codo con la oligarquía, cuestionó la "seguridad jurídica" que impedía inversiones extranjeras y fustigó a Moreno por sus medidas proteccionistas, entre tantas otras cosas.
La editorial de Fontevecchia resulta inverosímil y alcanza con haber leído apenas un par de tapas de Clarín en los últimos años.
La estrategia pendular de Fontevecchia en la que busca despegarse de Clarín y La Nazión y al mismo tiempo defiende a sus personajes más controvertidos, es, como mínimo, forzada.
Pero claro; qué puede esperarse de un pelotudo, que no sean pelotudeces.
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