Una mujer, residente del estado californiano, tuvo como resultado de una mala praxis la unión de sus dos pechos.
Los médicos le informaron a Dionara Rodríguez, de 40 años, que tenia que realizarse una operación para reparar sus implantes mamarios. Después del procedimiento, los pechos de la mujer quedaron unidos como si fueran siameses.
Como si esto fuera poco, la médica decidió por cuenta propia, realizarle una operación de ojos a la paciente, quien no había pedido en ningún momento este tipo de intervención.
Desgraciadamente la doctora volvió a realizar una mala praxis en la zona de los párpados, hasta tal punto que la mujer no puede cerrar sus ojos por completo.
“Un amigo nos recomendó a la médica para que me opere. Mi error más grande fue no verificar ninguna de sus credenciales. Más tarde, me enteré que también había hecho cirugías muy malas en otras personas”, contó Rodríguez.
Lo cierto es que la doctora fue autorizada para ejercer como cirujana plástico en el estado de California, distrito donde reside Rodríguez, pero la Junta Americana de Cirugía Plástica no estaba certificada.
“Me dijo que tenía que sustituirme los implantes. Me dio un buen precio en la cirugía y yo acepté”, explicó Dinora. Por estos días, Rodríguez se convirtió en ícono de una campaña de seguridad encabezado por el nuevo presidente de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos (ASPS), Dr. Malcolm Roth.
Rodríguez emprendió una demanda por la mala praxis realizada por la doctora y la compensación apenas le alcanzó para la cirugía reconstructiva que necesitaba. Steven Teitelbaum, cirujano plástico de Los Angeles, fue el encargado de realizar la cirugía reconstructiva y comentó que la doctora había cortado por separado las “bolsas” que normalmente tienen el tejido mamario y los implantes fueron capaces de tocarse en el medio.
“Tuve que crear dos bolsillos completamente nuevos debajo de los músculos para solucionarlo. El primer cirujano violó muchas reglas básicas de la forma que se realizan los implantes mamarios. Atravesó los músculos que nunca deben ser cortados”, explicó según publicó ABC News.
La doctora en cuestión (cuyo nombre no fue dado a conocer) haría fortunas si trabajara en este país. Para empezar, podría unirle los labios a Carrió para que no hable; las manos a Barrionuevo para que no afane y el bigote de Macri a su cara, para que no se le vuelva a tragar. Y si lograra unir a Patricia Bullrich Luro Pueyrredón a un solo partido político para siempre, ganaría el premio Nobel de medicina.
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