El jefe de gobierno porteño, Mugricio Macri, quiere que una vez terminadas las elecciones generales su nombre se alce como el único posible para seguir peleando contra Cristina. La respuesta de Duhalde.
Es pillo. Soldado que se guarda sirve para otra guerra. Y con esta premisa su asesor estrella, Jaime Durán Barba, ya piensa en el futuro. El hijo bobo de Franco Macri, quien tomó la acertada decisión de no pelear contra Cristina Fernández de Kirchner y bajarse a la Ciudad, habló esta semana sobre los otros miembros de la oposición para ya ir asentándose en la escena mediática como el único candidato que dentro de cuatro años pueda pelearle la presidencia al kirchnerismo.
"La gente definirá en octubre qué dirigentes siguen a futuro y quiénes serán una anécdota del pasado”, afirmó el jefe de Gobierno. Su estrategia es clara: Cristina Fernández de Kirchner muy probablemente ganará y candidatos como Ednarco Duhalde quedarán muy deslegitimados frente al electorado. Macri piensa aprovecharse de esta situación, incluso traicionando a este espacio, que tanto le aportó a las campañas de la Ciudad de Buenos Aires, de Vicente López y de Santa Fé.
La respuesta de Duhalde no se hizo esperar. El destinatario sin embargo no fue explicito. “He venido para quedarme”, lanzó el ex presidente interino. De esta forma también le respondió a su ex aliado del Peronismo Federal, el candidato presidencial por Compromiso Federal, Alberto Rodríguez Saá quien dijo que la candidatura del ex gobernador "es testimonial".
O sea... Si Duhalde "se jubila" (si lo jubila la realidad, mejor dicho), el recambio es Macri. Estamos complicados.
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