Las Abuelas de la Plaza de Mayo recibieron hoy en la UNESCO el premio Félix Houphouët-Boigny por sus esfuerzos por la paz, en presencia de la presidenta argentina, Cristina Fernández, y más de una treintena de altos mandatarios africanos, argentinos y franceses.
"Nos llaman abridores de caminos porque creamos mecanismos para que esta historia no se repita en ningún lugar del planeta", subrayó la presidenta de las Abuelas galardonadas, Estela Carlotto.
"Este accionar nos ha premiado con el encuentro de 105 nietos apropiados en su mayoría por los depredadores. Faltan 400 para devolverles su identidad, sus derechos y su historia personal", subrayó al recibir el galardón.
Entre los logros alcanzados en 34 años de lucha sin reposo, la representante de estas "voceras para la concienciación social", como también se les califica, destacó la creación de un banco de datos genético "único en el planeta".
Le acompañaban cuatro representantes de ese mismo grupo que desde hace más de tres décadas, durante años a riesgo de su vida, continúa aún hoy con sus "rondas" en la Plaza de Mayo en busca de nietos desaparecidos y también algunos de los devueltos a su identidad.
"Nos emociona que, pese a su triste historia, sueñan y construyen la democracia", destacó.
Al celebrar el galardón, la jefa de Estado argentina reiteró su "apoyo fiel a la acción de las Abuelas de la Plaza de Mayo", que sin jamás preconizar la violencia, siguieron reclamando incansablemente ante la justicia, el Parlamento y los diferentes órganos ejecutivos, "aun cuando todos habían perdido la esperanza".
"Lo que las torna en más ejemplares que nadie" es que reclaman para quienes violaron "todas las normas posibles", no venganza, "sino simplemente justicia y aplicación de la ley", añadió.
Allá por los años 70, "las calificaron de 'locas', pero creo que eran las más cuerdas y las más racionales en aquellos momentos en la República Argentina", destacó antes de afirmar que "Argentina necesita la memoria, la verdad y la justicia para pasar esa página dolorosa".
La directora general de la UNESCO, Irina Bokova, subrayó, por su parte, la importancia de este evento en la vida de la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura, entre otras razones por recordar que "la paz no es una palabra" sino "un comportamiento".
"30.000 personas desaparecieron durante la dictadura militar en Argentina entre 1976 y 1983" y más de 500 bebés -algunos de ellos nacidos en cautiverio- fueron robados a sus padres para ser dados a familias cercanas al régimen", destacó.
Al inclinarse "respetuosamente ante su valentía", la directora general resaltó, asimismo, que las Abuelas de Plaza de Mayo luchan sin reposo para "reanudar los hilos de sus vidas rotas", pese a su edad y pese a que jueces, psicólogos e incluso parientes "intentaron convencerlas de pasar a otra cosa" y olvidar.
Gracias a ustedes, ciento cinco niños han recuperado su identidad y se ha "abierto el camino para una nueva Argentina", añadió.
Poco antes de la ceremonia, Estela Carlotto dijo a Efe en nombre de todas sus compañeras, que eran felices porque sabían que estaban haciendo lo que debían hacer.
"El mérito quizá para ellos es que lo hemos hecho desde hace 34 años en paz, desde el amor, la concordia, el respeto, y hemos conseguido este logro de 105 nietos hasta ahora", señaló.
También al margen de la ceremonia, el embajador de Argentina ante la UNESCO, Miguel Ángel Estrella, dijo sentir "una ternura muy grande por las abuelas" y también "por las madres", aunque indicó que le tocó "trabajar más" con las primeras, cuyo "discurso límpido, transparente", siempre le cautivó.
Entre los altos mandatarios africanos que asistieron al acto se encontraban los presidentes de Costa de Marfil, Alassane Ouattara; de Mauritania, Mohamed Uld Abdelaziz; y de Senegal, Abdulaye Wade.
El ministro de Justicia francés, Michel Mercier, en representación del presidente francés, Nicolas Sarkozy; la candidata a las presidenciales de 2012 y primera secretaria del Partido Socialista, Martine Aubry, y el ex primer ministro socialista Lionel Jospin estuvieron igualmente presentes.
También el ex jefe de Estado socialista portugués Mario Soares, quien presidió el jurado que otorgó el premio Félix Houphouët-Boigny para la Búsqueda de la Paz, que lleva el nombre del primer presidente de Costa de Marfil, considerado como el "sabio" padre de la independencia de su país.
¡¡¡GRACIAS ABUELAS!!!
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