El cadáver fue hallado ayer a la tarde, a la vera de la colectora del acceso Oeste, en la localidad bonaerense Villa Tesei
La búsqueda que se extendió por diez días, terminó con el peor final posible. Candela Sol Rodríguez, la nena de 11 años que desapareció hace diez días de la esquina de su casa en Hurlingham, fue hallada muerta en una bolsa en el acceso Oeste, a unos 100 metros del cruce con la avenida Vergara y a solo 35 cuadras de su vivienda.
“¡Me mataron a mi hija, por Dios!”, exclamó, conmocionada Carola Labrador, la mamá de Candela, en el mismo lugar del hallazgo y frente al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, su ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal y peritos de la Policía, según confirmaron fuentes cercanas al gobernador, minutos antes de las 18.
Poco antes de que se confirmara que se tratara de Candela, el fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodgate, había dicho que “a unos 100 metros del cruce con la avenida Vergara, apareció un cuerpo de sexo femenino dentro de una bolsa, desprovisto de ropas, con la cara destrozada, la edad de Candela y de alrededor de tres días de muerta”.
Otras fuentes policiales adelantaron que la nena habría muerto entre 36 horas y 72 horas antes de que hallaran el cuerpo, aunque el momento exacto aún deberán determinarlo las pericias.
Candela había desaparecido el 22 de agosto (hoy se cumplía el décimo día) de la esquina de su casa en Hurlingham cuando había salido para juntarse con unas amigas.
Desde el mismo día de la desaparición, los vecinos protagonizaron masivas movilizaciones para tratar de dar impulso a la búsqueda. El martes, numerosos artistas y personajes conocidos de la televisión habían iniciado una maratón de atención telefónica para buscar datos sobre el paradero de la nena.
Mientras en Hurlingham y en otras partes del oeste bonaerense se realizaban nuevos rastrillajes, la bolsa con el cuerpo de Candela fue hallada al parecer por una cartonera que pasaba por el lugar y que dio aviso a la Policía. Aún antes de la confirmación, el hallazgo desató los peores temores. De inmediato, Scioli y Casal se trasladaron hasta el lugar en helicóptero. Y un auto pasó a buscar a Carola.
Luego de reconocer, llorando y a los gritos, el cuerpo de su hija, la policía la alejó del lugar para tranquilizarla.
Que el alma de Candela descanse en paz. Y que los responsables sean hallados y paguen por el horrendo crímen que cometieron.
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