Como Macri no lo respaldará en las elecciones de octubre, Duhalde empezó a tachar macristas en las listas del Frente Popular. Con la magra cosecha en las primarias, hay pocos lugares expectantes. La inscripción vence esta noche.
Ednarco Duhalde tomó nota de que Mugricio Macri no lo respaldará en las elecciones de octubre y, lápiz en mano, empezó a bajar a los macristas de las listas bonaerenses. A horas del cierre de listas, desde el PRO amenazaban con una ruptura si se veían relegados por los candidatos de Gerónimo “Momo” Venegas, Luis Barrionuevo y Carlos Brown.
Cerca de Duhalde, señalaban que ya tuvieron suficiente de “estos empresarios devenidos políticos”. “Les dimos lugares en todas las listas. Macri, ¿qué nos dio?”, se preguntaba un consigliere del candidato a presidente del Frente Popular. Hoy es la última oportunidad para llegar a un acuerdo.
El duhaldismo esperaba otro resultado el 14 de agosto, que superara el 20 por ciento a nivel nacional, pero con el magro 12 por ciento que obtuvo, la cantidad de lugares apetecibles en las listas se redujo drásticamente. Esto llevó a una interna entre distintos sectores del duhaldismo y de todos ellos con los seguidores de Macri, que no están en condiciones de ofrecer ni el apoyo simbólico de su líder para octubre. “Hay algunos tironeos, pero siempre pasa con los cierres de listas", intentó minimizar el candidato a gobernador Eduardo Amadeo.
La principal batalla interna en el duhaldismo era entre Venegas y Barrionuevo, dos de los principales aportantes. Ambos dirigentes se cruzaron reproches por el dinero que hay que desembolsar en una campaña que muchos consideran terminada y en la que deben invertir en sostener una red de 80 mil fiscales en todo el país. Las peleas -dicen- llegaban incluso al punto de discutir quién pagará las viandas de los fiscales. “Es todo ridículo”, sintentizaba, cansado, un dirigente del espacio.
Aun cuando logren saldar la disputa entre compañeros, quedaría poco lugar para los macristas, que reclaman los primeros lugares de la cuarta sección electoral, que incluye a 9 de Julio, Chacabuco, General Villegas, Lincoln y Trenque Lauquen, entre otros. Es una de las pocas en las que pueden obtener un cargo. La otra es la primera, donde van alternados un macrista y un hombre de Graciela Camaño, quien en las sombras apoya a PRO. La otra discusión era en Avellaneda.
Hasta el viernes, por el duhaldismo habían estado negociando Orlando Caporal y Jorge Pirotta y, por el PRO, Emilio Monzó y Jorge Macri, quienes amenazaban con una ruptura en varios distritos. Las negociaciones, a pocas horas del cierre, estaban cortadas. “Duhalde pretende cambiar el resultado de la interna. Es una locura. Bajó tres listas en tres localidades para tratar de ganarnos la interna en la cuarta sección, y así y todo perdió. Si nos cambian el resultado de la interna, se bajan todas las listas del PRO”, bramó un referente del macrismo bonaerense.
Cerca de Duhalde, consideraban que sin el apoyo explícito de Macri, las acciones de sus seguidores caían en picada. “Los muchachos del PRO están con algunas discusiones. Repasemos: Jorge Macri se acomodó para tener lista única en Vicente López, así que no se puede andar quejando. Es un privilegiado. Si repetimos la elección con los tres gurkas que teníamos, vamos a ver cómo le iba”, pasaba factura un contertulio del ex mandatario interino. “Ramiro Tagliaferro tampoco se puede quejar: es el número dos de la lista. A Gribaudo le cumplimos a rajatabla. A cambio, ¿qué nos dio Mauricio Macri? Ni las gracias. Ahora, habla maravillas de Cristina. ¡Que no jodan estos empresarios devenidos en políticos!”
Duhalde no quiere macristas. Y a Duhalde no lo quiere nadie.
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