El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, reiteró ayer que lo que se está investigando en la causa sobre presuntas irregularidades en la Fundación Sueños Compartidos es "una administración infiel".
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, en una entrevista con el programa Baires Directo, habló sobre las presuntas irregularidades registradas en la Fundación Sueños Compartidos. "Acá se está discutiendo una administración infiel que el juez deberá evaluarla y, si las cosas son como dicen, habrá una administración infiel y tendrán que sancionar a los responsables por ese tema", aseveró el jefe de ministros.
En ese marco, insistió con que "no es un tema que esté del lado del Estado porque ni hay funcionarios (involucrados) ni dinero por pagarse" y sostuvo que el dinero sobre el que se habla en el marco de este expediente "es dinero de la Fundación". De hecho, afirmó que en esta modalidad de soluciones habitacionales -ejecutadas por organizaciones de la sociedad civil- "el Estado no anticipa" dinero, con lo cual "no son subsidios sino financiamiento, que se paga por certificación" de los trabajos ya ejecutados.
"El Estado Nacional lleva hechas unas 850 mil soluciones habitacionales y de ellas, la inmensa mayoría fue hecha por empresas grandes y una minoría por ONGs", detalló el funcionario, quien puso como ejemplo que incluso Cáritas ha participado también en la construcción de viviendas sociales. En este sentido, explicó que, "lo que se hace en estos casos, es que, una vez que se hizo un tramo de las obras, técnicamente se demuestra qué parte de la obra se ha hecho, se certifica, ese certificado genera un derecho y ese derecho es el que se paga".
"Es como que usted me venda un coche, yo le doy la plata y después le pregunto qué hizo con la plata, entonces usted me dice `qué le importa si esa plata es mía`. Acá ha pasado lo mismo", ilustró el jefe de Gabinete. "Si hay un problema con la plata, es de la puerta de la Fundación para adentro. Pero no es dinero público; es dinero de la fundación", insistió.
De este modo, Aníbal Fernández salió al cruce de las críticas realizadas por la diputada opositora Graciela Camaño y sostuvo que "lo que pasa es que no conocen nada de lo que están hablando, lo que suele suceder en este país mientras que el aire sigue siendo gratis".
El jefe de Gabinete se abstuvo de seguir formulando declaraciones en este sentido porque, según dijo, "me acaba de llamar Carlos Kunker y me aconsejó que me calle porque si no Camaño me va a cagar a trompadas".
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