Elsa Ayala, esposa de un desaparecido durante el régimen militar, aseguró en un revelador testimonio que Graciela Alfano estaba al tanto de los crimenes que desde el Estado se estaban cometiendo.
La posible relación que existió entre la vedette Graciela Alfano y el genocida Emilio Massera, ya está dejando de ser un rumor para convertirse en un hecho. Así lo aseguran dos testimonios desgarradores, uno de Gabriela, hijastra del ex custodio del ya fallecido almirante, el otro de Elsa Ayala, esposa de un desaparecido durante el régimen.
Ayala, casada con Amílcar Hugo Melián, ex custodio de Juan Domingo Perón, contó hoy una experiencia que habría tenido en un domicilio de Massera cuando se acercó hasta allí para pedir por la liberación de su marido que ya había sido captado por las fuerzas de seguridad.
Según el relato, Melián fue detenido en 1976, en su casa de la provincia de Córdoba. No solo no extistieron rastros de él durante un largo tiempo sino que además se llevaron sus bienes. Fue entonces cuando su mujer y su hija viajaron a la provincia de Buenos Aires para encontrarlo.
"Me mandaron a una oficina en pleno centro. Había un soldado raso que abrió la puerta y estaba Alfano, dentro del departamento, sentada al lado de Massera. Tenía una pollera acampanada, tacos bajos y casi no tenía maquillaje", describió Ayala.
Ante la pregunta de si estaba segura de que era la ex vedette, la mujer respondió: "¡Por Dios! Claro que era Graciela Alfano. Yo la había visto en las películas. Ella se quedó todo el tiempo ahí durante la charla que tuvimos con Massera, en la que le pedimos por favor por mi marido, que estaba desaparecido".
En medio de su relato, Elsa Ayala contó que hubo un pequeño intercambio de palabras entre ella y Alfano. Según contó la mujer, la vedette le habría dicho "Bueno basta, el Almirante está muy ocupado", a lo que ella le respondió "pero es la vida de mi marido". "Bueno, no sos la única", fue la frase final de la modelo.
Finalmente, Amílcar Hugo Melián apareció con vida varios años después, con 40 kilos menos y con signos de haber sido torturado, entre otras vejaciones, según detalló Elsa antes de estallar en llanto al recordar un pasado que ni ella ni mucha gente olvidará jamás.
Ayala, casada con Amílcar Hugo Melián, ex custodio de Juan Domingo Perón, contó hoy una experiencia que habría tenido en un domicilio de Massera cuando se acercó hasta allí para pedir por la liberación de su marido que ya había sido captado por las fuerzas de seguridad.
Según el relato, Melián fue detenido en 1976, en su casa de la provincia de Córdoba. No solo no extistieron rastros de él durante un largo tiempo sino que además se llevaron sus bienes. Fue entonces cuando su mujer y su hija viajaron a la provincia de Buenos Aires para encontrarlo.
"Me mandaron a una oficina en pleno centro. Había un soldado raso que abrió la puerta y estaba Alfano, dentro del departamento, sentada al lado de Massera. Tenía una pollera acampanada, tacos bajos y casi no tenía maquillaje", describió Ayala.
Ante la pregunta de si estaba segura de que era la ex vedette, la mujer respondió: "¡Por Dios! Claro que era Graciela Alfano. Yo la había visto en las películas. Ella se quedó todo el tiempo ahí durante la charla que tuvimos con Massera, en la que le pedimos por favor por mi marido, que estaba desaparecido".
En medio de su relato, Elsa Ayala contó que hubo un pequeño intercambio de palabras entre ella y Alfano. Según contó la mujer, la vedette le habría dicho "Bueno basta, el Almirante está muy ocupado", a lo que ella le respondió "pero es la vida de mi marido". "Bueno, no sos la única", fue la frase final de la modelo.
Finalmente, Amílcar Hugo Melián apareció con vida varios años después, con 40 kilos menos y con signos de haber sido torturado, entre otras vejaciones, según detalló Elsa antes de estallar en llanto al recordar un pasado que ni ella ni mucha gente olvidará jamás.
A partir del momento en que intervino un fiscal, debemos dejar que actúe la justicia y hacer honor al principio jurídico que determina que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario.
Pero sí le pedimos a Graciela Alfano que deje de faltarle el respeto a los argentinos, en especial a la memoria de las víctimas de la dictadura y al sufrimiento de sus familiares; como lo viene haciendo en los últimos días con declaraciones provocativas y fuera de lugar. Dicho de otra manera: Alfano, ya que no podés cerrar el orto, por lo menos cerrá la boca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario