El periodista y escritor declaró en TN que la situación económica actual no mejoró en relación con los 90'. Sin embargo, hay datos concretos que lo contradicen.
En un debate en el programa " A dos voces", Caparrós consideró que la situación actual no mejoró en comparación con los años ’90 al señalar que "la situación social económica no es muy distinta de lo que era en el año 1995 o el año 1997”.
El periodista sostuvo que “la tasa de pobreza es muy parecida” y que “la concentración de la riqueza es mayor ahora que entonces”.
En 1995 el porcentaje de personas bajo la línea de la pobreza era de 22,2%, y en 1997 de 26,3%, según la cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). Sin embargo, si bien los datos actuales del Indec estiman que la pobreza fue en 2010 de 12%, organismos independientes no coinciden pero incluso calculan una menor proporción de pobres que la de aquellos años.
Equis, la consultora de Artemio López, estimó en 2010 que el 20,6% de la población vivía bajo la línea de pobreza. En tanto, los cálculos del Centro de Estudios Población y Desarrollo (CEPED) fueron para 2010 del 20,3 por ciento.
"En el año 2009 la pobreza había alcanzando el 30% y la indigencia el 10,1% , antes de la Asignación Universal por Hijo, para instalarse hoy en el 20,3% la pobreza y 5,7% la indigencia, tras el notable impacto que supone cubrir a 3,6 millones de menores de 18 años con un ingreso adicional equivalente a U$S96 por hogar beneficiario, el doble que el transferido por el plan Bolsa Familia de Brasil, hasta la AUH, considerado el emblema regional en materia de políticas sociales", explica López.
El titular de Equis señala entonces que "de punta a punta entonces, el kirchnerismo desplegó el mayor ciclo antipobreza -caída del 54,7% al 22,3% en la pobreza y del 27,6% al 5,7% en la indigencia".
Caparrós aseguró también que “la concentración de la riqueza es mayor ahora que entonces”. El indicador que mide esta situación es el índice de Gini: Mide la desigualdad y va del 0 a 1, 0 es la igualdad absoluta. En 1995 se encontraba en 0,48, al igual que en 1997, de acuerdo a datos del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS). El mismo instituto en 2010 registró un índice menor: 0,44.
En tanto, Según CIFRA, de la CTA: “La distribución de los ingresos familiares evidencia una disminución en el grado de desigualdad desde el año 2003”. Esta tendencia sería menos marcada a partir de 2007, cuando hubo un “estancamiento en los niveles de inequidad.”
A su vez, datos de Artemio López advierten que en medio de la comparación que propone Caparrós el país pasó por la peor de las crisis. "La distribución del ingreso mejoró notablemente desde el piso inédito que la crisis del neoliberalismo construyó en 2002, en especial creció la participación de los segmentos medios y hoy tenemos un Gini de 0,4 similar al del año 1994 y la brecha polar entre el 10% más rico y más pobre de perceptores de ingreso está ubicada en 17 veces, cuando en el año 2003 era de 31 veces". Al señalar que aún hay "altos niveles de inequidad distributiva y carencias de ingresos por resolver", explica que son "típicas privaciones de un país que fue asolado por el neoliberalismo durante un cuarto de siglo".
El síndrome Lanata hace estragos entre los que eran "progres" en los '90, cuando ser "progre" era más fácil que robarle los caramelos a un chico.
El periodista sostuvo que “la tasa de pobreza es muy parecida” y que “la concentración de la riqueza es mayor ahora que entonces”.
En 1995 el porcentaje de personas bajo la línea de la pobreza era de 22,2%, y en 1997 de 26,3%, según la cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). Sin embargo, si bien los datos actuales del Indec estiman que la pobreza fue en 2010 de 12%, organismos independientes no coinciden pero incluso calculan una menor proporción de pobres que la de aquellos años.
Equis, la consultora de Artemio López, estimó en 2010 que el 20,6% de la población vivía bajo la línea de pobreza. En tanto, los cálculos del Centro de Estudios Población y Desarrollo (CEPED) fueron para 2010 del 20,3 por ciento.
"En el año 2009 la pobreza había alcanzando el 30% y la indigencia el 10,1% , antes de la Asignación Universal por Hijo, para instalarse hoy en el 20,3% la pobreza y 5,7% la indigencia, tras el notable impacto que supone cubrir a 3,6 millones de menores de 18 años con un ingreso adicional equivalente a U$S96 por hogar beneficiario, el doble que el transferido por el plan Bolsa Familia de Brasil, hasta la AUH, considerado el emblema regional en materia de políticas sociales", explica López.
El titular de Equis señala entonces que "de punta a punta entonces, el kirchnerismo desplegó el mayor ciclo antipobreza -caída del 54,7% al 22,3% en la pobreza y del 27,6% al 5,7% en la indigencia".
Caparrós aseguró también que “la concentración de la riqueza es mayor ahora que entonces”. El indicador que mide esta situación es el índice de Gini: Mide la desigualdad y va del 0 a 1, 0 es la igualdad absoluta. En 1995 se encontraba en 0,48, al igual que en 1997, de acuerdo a datos del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS). El mismo instituto en 2010 registró un índice menor: 0,44.
En tanto, Según CIFRA, de la CTA: “La distribución de los ingresos familiares evidencia una disminución en el grado de desigualdad desde el año 2003”. Esta tendencia sería menos marcada a partir de 2007, cuando hubo un “estancamiento en los niveles de inequidad.”
A su vez, datos de Artemio López advierten que en medio de la comparación que propone Caparrós el país pasó por la peor de las crisis. "La distribución del ingreso mejoró notablemente desde el piso inédito que la crisis del neoliberalismo construyó en 2002, en especial creció la participación de los segmentos medios y hoy tenemos un Gini de 0,4 similar al del año 1994 y la brecha polar entre el 10% más rico y más pobre de perceptores de ingreso está ubicada en 17 veces, cuando en el año 2003 era de 31 veces". Al señalar que aún hay "altos niveles de inequidad distributiva y carencias de ingresos por resolver", explica que son "típicas privaciones de un país que fue asolado por el neoliberalismo durante un cuarto de siglo".
El síndrome Lanata hace estragos entre los que eran "progres" en los '90, cuando ser "progre" era más fácil que robarle los caramelos a un chico.
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