Dos hijos del condenado represor Antonio Domingo Bussi pretenden gobernar Tucumán. Pero el bussismo no se cierne sólo en territorio tucumano: uno de sus referentes es candidato a diputado nacional del Pro.
Aunque está condenado a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, la herencia de Antonio Domingo Bussi parece querer perpetuarse en Tucumán.
Hoy, cuando en esa provincia se elija gobernador, dos hijos del represor competirán en listas separadas por hacerse con el cargo: Ricardo Bussi busca ser gobernador con el partido tradicional de su familia: Fuerza Republicana (FR), sello con el que su padre ganó las elecciones provinciales en 1995. Y Luis José Bussi, que fundó su propio espacio debido a las disputas que mantiene con su hermano (Partido Republicano Fundacional), tratará de superarlo.
Pero el bussismo no se cierne sólo en territorio tucumano. En la Capital Federal, un referente del militar condenado, Pablo Walter, integra la nómina de candidatos a diputado del PRO.
Según un informe de Tiempo Argentino, Pablo Héctor Walter -cuarto en la lista de diputados nacionales del macrismo- es un reconocido defensor de Bussi, en cuya gestión desempeñó varios cargos legislativos. Tiene el cuarto lugar en la nómina de aspirantes a diputados del PRO que encabeza Federico Pinedo y es un dirigente muy cercano al ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, de quien fue asesor y director de Infraestructura Escolar.
Luego de iniciarse en las filas de la UCeDé, Walter recaló en el bussismo, donde supo ser concejal, diputado provincial y senador. En 1998, con su jefe al frente de la gobernación tucumana, actuó como un virtual vocero de Bussi.
Más cerca en el tiempo, en 2003, dio otra muestra de pertenencia: como senador nacional del FR, votó en contra de la nulidad de las leyes de Obediencia de Vida y Punto Final.
Por otro lado, Walter tiene sus antecedentes familiares, según se deriva de una investigación realizada por la Agrupación H.I.J.O.S. Su padre, el coronel (RE) Héctor Enrique Walter, nació en Tucumán y en 1947 en el Colegio Militar fue compañero de promoción de Bussi, además de otros futuros represores como Reynaldo Bignone, Cristiano Nicolaides y Juan Bautista Sasiaiñ. En dictadura, Walter padre -que se había retirado en 1974- fue asignado interventor en la Caja Nacional de Ahorro y Seguros, por resolución del 24 de marzo de 1976.
El Nunca Más relata que de los 26 empleados de la Caja que fueron secuestrados entre 1976 y 1977 -dos de ellos, en la puerta misma de la entidad-, 19 eran delegados y 15 continúan hoy desaparecidos.
Actualmente, Walter padre es secretario general del “Ateneo de la República”, organización ultracatólica fundada en 1962, que realiza almuerzos de los que suelen participar expositores de la pelambre ideológica de Rosendo Fraga, Abel Posse o Vicente Massot.
Pero Argentina -usted lo sabe amigo lector- es un país generoso. El que tiene que ir a la justicia es Fito Páez, por haber dicho que los que votaron a Macri le daban asco.
Hoy, cuando en esa provincia se elija gobernador, dos hijos del represor competirán en listas separadas por hacerse con el cargo: Ricardo Bussi busca ser gobernador con el partido tradicional de su familia: Fuerza Republicana (FR), sello con el que su padre ganó las elecciones provinciales en 1995. Y Luis José Bussi, que fundó su propio espacio debido a las disputas que mantiene con su hermano (Partido Republicano Fundacional), tratará de superarlo.
Pero el bussismo no se cierne sólo en territorio tucumano. En la Capital Federal, un referente del militar condenado, Pablo Walter, integra la nómina de candidatos a diputado del PRO.
Según un informe de Tiempo Argentino, Pablo Héctor Walter -cuarto en la lista de diputados nacionales del macrismo- es un reconocido defensor de Bussi, en cuya gestión desempeñó varios cargos legislativos. Tiene el cuarto lugar en la nómina de aspirantes a diputados del PRO que encabeza Federico Pinedo y es un dirigente muy cercano al ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, de quien fue asesor y director de Infraestructura Escolar.
Luego de iniciarse en las filas de la UCeDé, Walter recaló en el bussismo, donde supo ser concejal, diputado provincial y senador. En 1998, con su jefe al frente de la gobernación tucumana, actuó como un virtual vocero de Bussi.
Más cerca en el tiempo, en 2003, dio otra muestra de pertenencia: como senador nacional del FR, votó en contra de la nulidad de las leyes de Obediencia de Vida y Punto Final.
Por otro lado, Walter tiene sus antecedentes familiares, según se deriva de una investigación realizada por la Agrupación H.I.J.O.S. Su padre, el coronel (RE) Héctor Enrique Walter, nació en Tucumán y en 1947 en el Colegio Militar fue compañero de promoción de Bussi, además de otros futuros represores como Reynaldo Bignone, Cristiano Nicolaides y Juan Bautista Sasiaiñ. En dictadura, Walter padre -que se había retirado en 1974- fue asignado interventor en la Caja Nacional de Ahorro y Seguros, por resolución del 24 de marzo de 1976.
El Nunca Más relata que de los 26 empleados de la Caja que fueron secuestrados entre 1976 y 1977 -dos de ellos, en la puerta misma de la entidad-, 19 eran delegados y 15 continúan hoy desaparecidos.
Actualmente, Walter padre es secretario general del “Ateneo de la República”, organización ultracatólica fundada en 1962, que realiza almuerzos de los que suelen participar expositores de la pelambre ideológica de Rosendo Fraga, Abel Posse o Vicente Massot.
Pero Argentina -usted lo sabe amigo lector- es un país generoso. El que tiene que ir a la justicia es Fito Páez, por haber dicho que los que votaron a Macri le daban asco.
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