Después de que la líder de la Coalición Cínica, Elisa Carrió, prácticamente renunciara a su candidatura presidencial luego del escasísimo resultado en las primarias en las que rondó el 3 por ciento, sus lilitos no saben que hacer y buscan distintas estrategias.
Muy lejos quedó aquella postal del 2007, cuando un segundo puesto en las elecciones presidenciales dejó a Elisa Carrió como la cara más visible de la oposición. Cuatro años después la situación es completamente distinta. El 3 por ciento conseguido a nivel nacional en las PASO no solo la dejó fuera de la contienda sino que terminó por demostrar la perdida de poder del partido y la escasa convocatoria de Lilita. Ahora que las velas arden, se desarrolló una fuerte interna dentro del partido para ver, entre quienes no se pasaron a las filas del Frente Amplio Progresista, primero como encararán lo que queda de campaña y segundo y primordial quien tendrá la conducción del partido.
Tras el pésimo papel en las elecciones primarias, la Coalición Cínica entró en un estado deliberativo hasta el mes que viene. Es que los lilitos esperan que luego de varias reuniones se resuelva el perfil de la campaña de cara a las elecciones presidenciales de octubre. Hay dos opciones posibles. Una de ellas, la más optimista pero más difícil de realizar, es que Carrió se ponga al frente de su vapuleado partido sin dar marcha atrás a la decisión capital de ir solo por los legisladores. La otra es que de un paso al costado y que la elección ejecutiva se trasforme, aunque más no sea en su campaña, en una lucha por los escaños legislativos.
Pese a estas opciones, los lilitos ya están con la calculadora. Patricia Bullrich, primera candidata a diputada por la Ciudad admitió su alarma ya que se ponen en juego la continuidad de nada menos que 12 escaños "y en este estado de cosas hay que pensar muy bien en cómo evitar perder demasiado", informó NA, donde también se aseguró que la legisladora le dijo a sus íntimos que "con el nivel de votos que obtuvimos en Capital, apenas si entro yo como primera en la lista. Hay que remar mucho". Y es que arrancar una campaña desde una base diezmada de votos es muy difícil.
En las charlas entre los integrante de la Coalición Cínica también surgió una propuesta que desandaría el camino de Carrió de los últimos meses. Muchos de ellos hablaron de reverdecer el diálogo que alguna vez tuvieron con los socialistas de Hermes Binner. "Hemos convertido la elección general en parlamentaria. Tenemos que a luchar por nuestros diputados y evitar en poder hegemónico", sintetizó Bullrich quien, además no renegó de las alianzas: "Siempre dije que hay que buscar más coalición y menos individualidad. Pero el resultado está a la vista".
En medio de estas discusiones sobre el armado del partido y la campaña, también surgieron ideas de las más extremas. Romina Calderaro, columnista en actualidad política, dijo hoy en la radio Del Plata que "se está pensando seriamente en la Coalición Cívica en darle de baja a la fórmula Elisa Carrió y Adrián Pérez". Pero que este no sería el único inconveniente ya que "hay muchos problemas con Patricia Bullrich porque hay mucha gente que no la quiere. En la Ciudad hay una situación difícil". "Va a haber un congreso el 10 de septiembre donde se va a definir el futuro de la Coalición Cívica. Se está hablando de bajar la candidatura a nivel nacional", cerró.
Pero no solo es conflictivo el armado de la campaña de cara a octubre, ya que también está en juego la dirección política de la CC. Adrián Pérez, Alfonso Prat Gay y Juan Carlos Morán serían los que encabecen la reforma partidaria que vendría acompañada en la conducción por el sector político que también integran María Eugenia Estenssoro, Fernando Sánchez y Maximiliano Ferraro, entre otros. "Tenemos que promover una renovación, que sea complemento de Lilita. Hoy en la CC hay una nueva generación que ya puede hacerse cargo, ayudar a la reconstrucción del partido y la relegitimación del liderazgo", expresó Ferraro a Perfil.
En todos estos meses donde el partido se cerró sobre sí mismo, las filas de la CC comenzaron a achicarse y ahora aún más con el escaso resultado obtenido en las elecciones primarias. A la fuga de lilitos en el armado de las listas, el más relevante de ellos del legislador Sebastián Cinquerrui que molestó por la postulación de Mario Llambías se pasó a las filas del FAP, se le suman los disgustos post electorales. El titular del bloque de diputados provinciales de la CC, Walter Martello, expresó: "Yo lo dije hace tres meses, se lo dije a la propia Lilita: había que ir a una estrategia de poder, tener diálogo con las personas de la UCR como del GEN, con quienes pensábamos más o menos parecido".
Con razón Lilita decía que Cristina no se iba a presentar. Era una expresión de deseos. Se presentó y les armó terrible quilombo. ¿Y si largan la política y se ponen un "Todos por 2 pesos" en sociedad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario