La candidata a la presidencia por la Coalición Cínica, Elisa Carrió cambió su discurso. Temiendo una escandalosa derrota en las elecciones primarias ahora dice que a ella "le tocó un rol muy duro" porque es la única que dice la verdad.
La candidata presidencial por la Coalición Cínica, Elisa Carrió, habló sobre el panorama político actual en la UADE, a días de someterse a las elecciones primarias para revalidar su postulación. Fiel a su estilo pero cambiando la estrategia discursiva, buscó diferenciarse de la oposición y del oficialismo auto asignándose el rol de ser la única que dice la verdad y que, por tal motivo, sufre de ser una incomprendida social. ¿Estará justificando su derrota de antemano?
"Lo que nosotros si podemos garantizar a toda la nación es que nosotros vamos a gobernar con todos, pero con todos los decentes. Con todos los partidos pero con todos los decentes. Esa es nuestra diferencia con el resto de la oposición", expresó al comienzo de la charla desprestigiando a los otros candidatos, mucho de los cuales fueron aliados suyos en el pasado cuando conformó el Acuerdo Cívico y Social.
Ahora eligió presentar una candidatura en soledad que, desde el comienzo de la campaña, estuvo cargada de vaticinios sobre el futuro. Desde que Cristina no se iba a presentar hasta que ella daría en zarpazo en segunda vuelta. Lejos de estos futurismo, Lilita ya no arriesga tanto: "El 14 es un enigma. Nadie sabe ni siquiera Cristina sabe. El ultimo enigma es el planteo de la elección de Córdoba. Ahora todos los votos se ponen en juego".
Las declaraciones no terminaron ahí. Esta vez no fue agresiva en sus opiniones, sino más bien buscó victimizarse. Para Lilita Carrió ella tuvo el rol de ser quien le devele a la ciudadanía la verdad y por tal motivo es una incomprendida. "Muchas veces no quise decir lo que debía. Estaba obligada a hacer y es una vida muy difícil. Cuando nadie habla, cuando el resto de la política prefiere la imagen. Cuando todo el mundo pide dialogo y el dialogo implica impunidad y corrupción y que sigan las mismas cosas", explicó sobre su postura.
Según la diputada, ser una suerte de salvadora le trajo una "incomprensión colectiva" que fue "terrible". “Pero yo no lo hice para tener una ventaja política. Si yo hubiera sido como el resto de no decir lo que no me conviene, la oposición no hubiera existido. Porque en el 2003 todos eran kirchneristas”, opinó.
Ya con la hipocresía a flor de piel continuó la reflexión: “Nos tocó un rol muy duro. Yo les pido perdón pero también que me comprendan. Porque a veces los que decimos la verdad es muy duro. Pero ¿que otra cosa iba a hacer, ser cómplice? ¿Ser cómplice de la droga?¿ser cómplice del avasallamiento de la libertad de expresión?¿Ser cómplice de la violación de los derechos humanos de los hermanos Noble?”.
Luego cerró las declaraciones con una invitación a vivir en un mundo de “verdad”, un mundo que solo ella puede ofrecer: “Yo los amo profundamente pero me parece que es mucho mas lindo probar vivir en la realidad. Es muy bueno vivir en la verdad, aunque duela, aunque sea difícil. Es bueno en la vida enfrentar a la verdad. Yo los invito vivir en la verdad porque eso nos va a cambiar de raíz”.
Lilita: vos no sos una incomprendida social. Incomprendida social es otra cosa. Vos sos una loca hija de puta.
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