El postulante a la presidencia por Unión Popular, Ednarco Duhalde, les propuso a sus adversarios una ambiciosa estrategia: apoyar todo el arco opositor al candidato que saque mas diferencia en las elecciones primarias. Una bomba a punto de estallar.
Los partidos opositores argentinos tienen una extraña brújula. Así como se pelean y se rompen alianzas como si nada, se unen con quienes fueron hasta hace poco tiempo sus mas acérrimos adversarios. Así fue como Elisa Carrió o Alfonsinito ningunearon a sus candidatos porteños en pos de beneficiar a Mauricio Macri. O ahora Ednarco Duhalde, que salió a proponer un polémico y controvertido acuerdo.
No importa si Duhalde termina apoyando a un candidato progresista, o Alfonsinito pretende que sus ex aliados lo sigan, lo importante según este supuesta "alianza" es desbancar al kirchnerismo. "Vamos a apoyar al que esté mejor ubicado en las primarias del 14 de agosto", dijo Duhalde, al término de una charla que dio en la sede de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
Lo que ocurre es que Duhalde espera que él sea el más votado pero podría ocurrir que su fuerza se encuentre por detrás de Unión por el Desarrollo Social (Udeso). Sobre este tema opinó: "Es lo que definimos en diciembre, cuando acordamos políticas de Estado en común. No se trata de que Duhalde apoye a Alfonsín o Alfonsín a Duhalde. Vamos a apoyar al que tenga más posibilidades de ganar".
Hay otro dato que tampoco debe quedar al margen. Al momento de anunciar la profundización de esta estrategia lo acompañaba un candidato de otra fuerza, Mario Llambías, que ayer renunció a la presidencia de CRA para competir en las elecciones como postulante a diputado nacional por la Coalición Cínica (CC).
No solo del partido de Elisa Carrió hay coqueteos, porque los alfonsinistas ya están especulando con esta posibilidad. El reciente acercamiento del hijo bobo de Raúl Alfonsín al hijo bobo de Franco Macri terminó por cerrar la estrategia que comenzó con el acuerdo con Francisco De Narcováez. "Duhalde tiene una alta imagen negativa y eso le pone un techo. Si Alfonsín queda abajo por poco, tiene mucho más margen para crecer", sostuvo un dirigente allegado a Alfonsín.
Más precavido, el candidato presidencial por Unión por el Desarrollo Social (Udeso) también opina igual que sus delfines: "Luego del 14 de agosto, con independencia de lo que decidan las fuerzas políticas, la sociedad va a concentrar el voto en quienes tengan más posibilidades de ganar".
Duhalde por su parte saca la calculadora y hace cuentas. Según su visión el candidato opositor que salga segundo en las primarias sacaría unos veinticinco puntos y si a eso suma el apoyo del resto de los postulantes podría agregar otros doce puntos. Pero esta estrategia no prevé que nadie renuncia a la postulación, más bien pide que todos se presenten, como una forma testimonial para mantener vigentes las listas de legisladores.
Finalmente dijo: "Tiene que haber una estrategia opositora. Van a ver que yo nunca critico a Alfonsín ni al gobernador de Santa Fe (Hermes Binner). Los dos tienen que sacar muchos votos, porque si entre todos no sacamos entre el 65 y el 70 por ciento, vamos a estar complicados".
A ver si en la redacción de Currín entendimos bien. La cosa sería más o menos así:
1) Duhalde, cuyo romance con Rodríguez Saá duró lo que un pedo en una canasta y se cristalizó en una interna a la que el mismo ex intendente de Lomas de Zamora calificó de "papelón", ahora -cada uno como candidato presidencial- volverían a aliarse.
2) A su vez, el ex presidente interino, se aliaría también con Elisa Carrió, a quien querelló no hace mucho por injurias y calumnias, cuando la malcogida pitonisa argentina lo calificó de narcotraficante.
3) Obviamente, también debería aliarse con Alfonsinito, 22 años después de haber sido -oganización de saqueos en el conurbano mediante- uno de los artífices del golpe económico que desestabilizó e hirió de muerte al gobierno de su padre. Esto no sería demasiado problema para Ricardito, habida cuenta del desprecio que permanentemente pone de manifiesto por el ideario, la ética, la honestidad intelectual y las convicciones políticas de su padre, de quien, evidentemente, lo único que heredó, son los trajes y las corbatas.
4) Además, la propuesta de Duhalde incluiría una alianza entre Alfonsinito y la malcogida pitonisa; sin importar demasiado que ésta se haya cansado de ningunear al heredero de trajes.
5) En tanto Ricardito -como parte de la propuesta rejuntadora de Duhalde- tendría que aliarse con Binner, después de haberlo plantado para aliarse con De Narcováez.
Un escenario patético, en el cual, la única que se sentiría como pez en el agua sería la nunca bien ponderada Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, quien, consultada al respecto, le dijo a los periodistas: "Muchachos; yo pasé de Montoneros a Carrió. Esto para mí sería como recitar la tabla del 2".
Lo que ocurre es que Duhalde espera que él sea el más votado pero podría ocurrir que su fuerza se encuentre por detrás de Unión por el Desarrollo Social (Udeso). Sobre este tema opinó: "Es lo que definimos en diciembre, cuando acordamos políticas de Estado en común. No se trata de que Duhalde apoye a Alfonsín o Alfonsín a Duhalde. Vamos a apoyar al que tenga más posibilidades de ganar".
Hay otro dato que tampoco debe quedar al margen. Al momento de anunciar la profundización de esta estrategia lo acompañaba un candidato de otra fuerza, Mario Llambías, que ayer renunció a la presidencia de CRA para competir en las elecciones como postulante a diputado nacional por la Coalición Cínica (CC).
No solo del partido de Elisa Carrió hay coqueteos, porque los alfonsinistas ya están especulando con esta posibilidad. El reciente acercamiento del hijo bobo de Raúl Alfonsín al hijo bobo de Franco Macri terminó por cerrar la estrategia que comenzó con el acuerdo con Francisco De Narcováez. "Duhalde tiene una alta imagen negativa y eso le pone un techo. Si Alfonsín queda abajo por poco, tiene mucho más margen para crecer", sostuvo un dirigente allegado a Alfonsín.
Más precavido, el candidato presidencial por Unión por el Desarrollo Social (Udeso) también opina igual que sus delfines: "Luego del 14 de agosto, con independencia de lo que decidan las fuerzas políticas, la sociedad va a concentrar el voto en quienes tengan más posibilidades de ganar".
Duhalde por su parte saca la calculadora y hace cuentas. Según su visión el candidato opositor que salga segundo en las primarias sacaría unos veinticinco puntos y si a eso suma el apoyo del resto de los postulantes podría agregar otros doce puntos. Pero esta estrategia no prevé que nadie renuncia a la postulación, más bien pide que todos se presenten, como una forma testimonial para mantener vigentes las listas de legisladores.
Finalmente dijo: "Tiene que haber una estrategia opositora. Van a ver que yo nunca critico a Alfonsín ni al gobernador de Santa Fe (Hermes Binner). Los dos tienen que sacar muchos votos, porque si entre todos no sacamos entre el 65 y el 70 por ciento, vamos a estar complicados".
A ver si en la redacción de Currín entendimos bien. La cosa sería más o menos así:
1) Duhalde, cuyo romance con Rodríguez Saá duró lo que un pedo en una canasta y se cristalizó en una interna a la que el mismo ex intendente de Lomas de Zamora calificó de "papelón", ahora -cada uno como candidato presidencial- volverían a aliarse.
2) A su vez, el ex presidente interino, se aliaría también con Elisa Carrió, a quien querelló no hace mucho por injurias y calumnias, cuando la malcogida pitonisa argentina lo calificó de narcotraficante.
3) Obviamente, también debería aliarse con Alfonsinito, 22 años después de haber sido -oganización de saqueos en el conurbano mediante- uno de los artífices del golpe económico que desestabilizó e hirió de muerte al gobierno de su padre. Esto no sería demasiado problema para Ricardito, habida cuenta del desprecio que permanentemente pone de manifiesto por el ideario, la ética, la honestidad intelectual y las convicciones políticas de su padre, de quien, evidentemente, lo único que heredó, son los trajes y las corbatas.
4) Además, la propuesta de Duhalde incluiría una alianza entre Alfonsinito y la malcogida pitonisa; sin importar demasiado que ésta se haya cansado de ningunear al heredero de trajes.
5) En tanto Ricardito -como parte de la propuesta rejuntadora de Duhalde- tendría que aliarse con Binner, después de haberlo plantado para aliarse con De Narcováez.
Un escenario patético, en el cual, la única que se sentiría como pez en el agua sería la nunca bien ponderada Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, quien, consultada al respecto, le dijo a los periodistas: "Muchachos; yo pasé de Montoneros a Carrió. Esto para mí sería como recitar la tabla del 2".
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