Fuentes de la causa señalaron que los resultados de los cotejos realizados ayer y que dieron negativo "eran previsibles y el resultado se esperaba; lo importante es lo que sigue, donde la pluralidad de casos hace menos previsible el resultado".
La realización de los cotejos de ADN de los hermanos Noble Herrera se inició el lunes en el Banco Nacional de Datos Genéticos del Hospital Durand y continuará en los próximos días con más de 70 casos registrados entre 1975 y 1976.
"Se esperaba este resultado con estas primeras dos familias, era previsible por las fechas en las que se iniciaron los trámites de adopción de Marcela y Felipe, lo importante es lo que sigue, donde la pluralidad de casos hace menos previsible el resultado", explicaron las fuentes.
Tal como había ordenado el jueves último la juez federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, primero se contrastaron las muestras con las dejadas por dos familias querellantes en la causa, los Lanoscou-Miranda y los Gualdero-Garcia.
La magistrada dispondrá que sigan los cotejos con más de 70 familias que dejaron perfiles genéticos en busca de bebés nacidos en centros clandestinos de detención o robados entre 1975 y 76.
En el trámite estuvieron presentes la juez Arroyo Salgado, la fiscal Rita Molina, los peritos de todas las partes y se presentaron planteos relativos a la seguridad de las pruebas y la conservación de las muestras que deben ser respondidos antes de proseguir con los cotejos, por lo cual se prevé que este martes o a más tardar el miércoles continuarán los estudios.
En una tercera etapa, la magistrada dispuso que se coteje el perfil genético de Marcela y Felipe con la totalidad de las muestras almacenadas y que también queden allí para futuros cruces con nuevas familias que dejen su perfil de ADN en busca de recién nacidos.
En la causa judicial que se tramita en San Isidro, hay una veintena de anotados como posibles parientes de sangre de Marcela o Felipe.
Entre ellos están la de Chicha Mariani, la fundadora de Abuelas que busca a su nieta Anahí; los Manrique; los Jeger González; los Araldi Oesterheld y los Repetur-Carriquiriborde.
Los hijos adoptivos de la directora de Clarín siempre aceptaron el cotejo con los querellantes pero recién ahora, después de una década de causa judicial, aceptaron entregar muestras voluntarias de sangre y saliva para el cotejo generalizado en el Banco Nacional de Datos Genéticos.
"Se esperaba este resultado con estas primeras dos familias, era previsible por las fechas en las que se iniciaron los trámites de adopción de Marcela y Felipe, lo importante es lo que sigue, donde la pluralidad de casos hace menos previsible el resultado", explicaron las fuentes.
Tal como había ordenado el jueves último la juez federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, primero se contrastaron las muestras con las dejadas por dos familias querellantes en la causa, los Lanoscou-Miranda y los Gualdero-Garcia.
La magistrada dispondrá que sigan los cotejos con más de 70 familias que dejaron perfiles genéticos en busca de bebés nacidos en centros clandestinos de detención o robados entre 1975 y 76.
En el trámite estuvieron presentes la juez Arroyo Salgado, la fiscal Rita Molina, los peritos de todas las partes y se presentaron planteos relativos a la seguridad de las pruebas y la conservación de las muestras que deben ser respondidos antes de proseguir con los cotejos, por lo cual se prevé que este martes o a más tardar el miércoles continuarán los estudios.
En una tercera etapa, la magistrada dispuso que se coteje el perfil genético de Marcela y Felipe con la totalidad de las muestras almacenadas y que también queden allí para futuros cruces con nuevas familias que dejen su perfil de ADN en busca de recién nacidos.
En la causa judicial que se tramita en San Isidro, hay una veintena de anotados como posibles parientes de sangre de Marcela o Felipe.
Entre ellos están la de Chicha Mariani, la fundadora de Abuelas que busca a su nieta Anahí; los Manrique; los Jeger González; los Araldi Oesterheld y los Repetur-Carriquiriborde.
Los hijos adoptivos de la directora de Clarín siempre aceptaron el cotejo con los querellantes pero recién ahora, después de una década de causa judicial, aceptaron entregar muestras voluntarias de sangre y saliva para el cotejo generalizado en el Banco Nacional de Datos Genéticos.
Parece mentira, después de tanto tiempo, estar tan cerca de la verdad. Sea cual fuera.
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