Según una investigación, los abogados de Héctor Magneto y Bartolomé Mitre pretendieron distorsionar el resultado de una audiencia queriendo hacer pasar como verdadera una foja trucha de un expediente.
En una investigación publicada por nuestros amigos de Tiempo Argentino se describe cómo los abogados de los CEOS de Clarín y La Nazión tergiversaron documentación en la causa por la apropiación de Papel Prensa. El jueves 16 de junio pasado hicieron pasar como verdadera una foja trucha de ese expediente que se originó con la denuncia del diputado Imbelloni e instruyó el fiscal Ricardo Molinas.
Lo que ocurrió fue que presentaron una foja trucha donde se habían cambiado algunas frases, en beneficio de Magnetto y Mitre. El paso siguiente fue querer hacer pasar esta foja como verdadera y acusar a la Secretaría de Derechos Humanos de haber presentado documentación falsa.
Esta maniobra fue avalada con dos artículos en sus diarios. El viernes 17 de junio, tanto el pasquín envuelve huevos como La Nazión denunciaron que “el Gobierno presentó a la Justicia documentos adulterados”, acusando de un hecho grave a la Secretaría de Derechos Humanos, “con la intención de involucrarlos (a Magnetto y Mitre) en delitos de lesa humanidad”.
La foja que presentaron en la Sala III de la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata los abogados Hugo Wortman Jofré , en representación de Héctor Magnetto, y Alejandro Pérez Chada, por parte de Bartolomé Mitre, es producto de un dictamen del fiscal Molinas que fue fraguado para beneficiar a Clarín, La Nazión y La Razón.
Lo que ocurrió fue que retiraron la foja original del expediente y la reemplazaron por una escrita por la misma máquina de escribir en la que se omitieron dos frases que perjudican a los directivos de los diarios. Esas dos frases que no fueron tipiadas en la foja que remplazó la original.
Allí Molinas determinó que “la Junta de Comandantes decidió que el Grupo Graiver debía transferir el paquete accionario clase A de Papel Prensa, eligiendo ellos mismos como compradores a los diarios La Nación, Clarín y La Razón” y luego, en el mismo sentido, cuatro párrafos más adelante, Molinas especificó que quedaba claro el “apuro de la negociación y la existencia de un solo oferente impuesto o elegido por las autoridades nacionales”. Es decir, una prueba más de la alianza entre las tres armas y los tres diarios, que buscaron eliminar.
Tan trucha es la “prueba” que esa foja a diferencia de todo el resto del expediente no tiene ni el sello medalla de la Fiscalía Nacional de Investigaciones ni la firma que certifica su copia del original, de la secretaria letrada Marta Inés Rava.
Los abogados de los CEOS, quisieron hacer creer que la prueba trucha era el documento original de la Secretaría de Derechos Humanos, cuando fue al revés. Los abogados reclamaron que a la foja se le agregaron palabras para perjudicar a Mitre y Magnetto cuando en realidad ellos quitaron esas frases para beneficiarse.
Y que esa foja en cuestión, que lleva el folio 292, se evidencia al cotejar la original con la trucha ya que hay errores en la falsa que no están en la original como la palabra “mo”, en lugar de “no” y otras por el estilo.
Contrariamente a lo que esperaban Magnetto y Mitre, la Cámara no hizo lugar a sus pedidos, sino que resolvió que “el complejo conjunto de acciones presuntamente delictivas tuvo su punto culmine en la suscripción de los contratos de venta de las acciones de Papel Prensa acaecido en las oficinas del diario La Nación”, y por ende ordenó “remitir la causa al Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Número 3, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
Lo que ocurrió fue que presentaron una foja trucha donde se habían cambiado algunas frases, en beneficio de Magnetto y Mitre. El paso siguiente fue querer hacer pasar esta foja como verdadera y acusar a la Secretaría de Derechos Humanos de haber presentado documentación falsa.
Esta maniobra fue avalada con dos artículos en sus diarios. El viernes 17 de junio, tanto el pasquín envuelve huevos como La Nazión denunciaron que “el Gobierno presentó a la Justicia documentos adulterados”, acusando de un hecho grave a la Secretaría de Derechos Humanos, “con la intención de involucrarlos (a Magnetto y Mitre) en delitos de lesa humanidad”.
La foja que presentaron en la Sala III de la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata los abogados Hugo Wortman Jofré , en representación de Héctor Magnetto, y Alejandro Pérez Chada, por parte de Bartolomé Mitre, es producto de un dictamen del fiscal Molinas que fue fraguado para beneficiar a Clarín, La Nazión y La Razón.
Lo que ocurrió fue que retiraron la foja original del expediente y la reemplazaron por una escrita por la misma máquina de escribir en la que se omitieron dos frases que perjudican a los directivos de los diarios. Esas dos frases que no fueron tipiadas en la foja que remplazó la original.
Allí Molinas determinó que “la Junta de Comandantes decidió que el Grupo Graiver debía transferir el paquete accionario clase A de Papel Prensa, eligiendo ellos mismos como compradores a los diarios La Nación, Clarín y La Razón” y luego, en el mismo sentido, cuatro párrafos más adelante, Molinas especificó que quedaba claro el “apuro de la negociación y la existencia de un solo oferente impuesto o elegido por las autoridades nacionales”. Es decir, una prueba más de la alianza entre las tres armas y los tres diarios, que buscaron eliminar.
Tan trucha es la “prueba” que esa foja a diferencia de todo el resto del expediente no tiene ni el sello medalla de la Fiscalía Nacional de Investigaciones ni la firma que certifica su copia del original, de la secretaria letrada Marta Inés Rava.
Los abogados de los CEOS, quisieron hacer creer que la prueba trucha era el documento original de la Secretaría de Derechos Humanos, cuando fue al revés. Los abogados reclamaron que a la foja se le agregaron palabras para perjudicar a Mitre y Magnetto cuando en realidad ellos quitaron esas frases para beneficiarse.
Y que esa foja en cuestión, que lleva el folio 292, se evidencia al cotejar la original con la trucha ya que hay errores en la falsa que no están en la original como la palabra “mo”, en lugar de “no” y otras por el estilo.
Contrariamente a lo que esperaban Magnetto y Mitre, la Cámara no hizo lugar a sus pedidos, sino que resolvió que “el complejo conjunto de acciones presuntamente delictivas tuvo su punto culmine en la suscripción de los contratos de venta de las acciones de Papel Prensa acaecido en las oficinas del diario La Nación”, y por ende ordenó “remitir la causa al Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Número 3, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
Y bueno muchachos... Los descubrieron. Mala suerte. Ya ni hacer lo que mejor saben hacer -ser los más hijos de puta entre todos los hijos de puta- les sale bien.
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