Las editoriales de los escribas de la prensa hegemónica toman un nuevo rumbo y, como lo vienen haciendo -sin muchos aciertos- desde enero a esta parte, despliegan su última y flamante hipótesis: Cristina se queda sola.
Continuando con su postura bipolar, acomodando la circunstancias para cuestionar al gobierno, ahora le hincan el diente a la supuesta depuración que atribuyen a la presidenta en el armado de listas.
Cuestionan la fuerte participación política de la CGT de Hugo Moyano, pero también reparan con criticas e interrogantes una también supuesta limitación de los lugares en la lista.
Condenan cierta cercanía -en algunos aspectos- de Luis D’Elía con el gobierno, pero si esos circuitos se acotan casi a punto total, fogonenan las supuestas fisuras que la debilitan.
Así, ocultando sus verdaderos intereses, la prensa opositora busca instalar la potencial debilidad de Cristina, al "deshacerse” de estos sectores.
Casi como corolario de esta nueva hipótesis, aparece una reciente editorial del periodista Marcelo Longobardi en su programa del canal C5N. “Cristina Kirchner quemó las naves entre el 20 de junio y este sábado. Por cadena nacional anunció su candidatura en los términos ‘me voy a someter’. Anunció a Mariotto y Boudou y empezó el debate de que Cristina depuró al peronismo”.
Longobardi remarca en este sentido, las molestias que expresaron Luis D’Elía o Hugo Moyano, Tal vez no conformes con los lugares que tuvieron o no en las listas del oficialismo. Aunque también cataloga como “malestar silencioso” el que tendrían Agustín Rossi y Daniel Scioli.
"La depuración por lo general –dice el periodista- se hace después de la elección, no antes. Kirchner pacta con Duhalde y se deshace de él. Cristina se sacó de encima la CGT, Piumato y D’Elía. Si le va bien, ganó sola y no le va a deber nada a nadie. Serán ella, su vice, (Gabriel) Mariotto y La Cámpora”.
Si, de esa manera brutal, simplista y reduccionista Longobardi analiza el espacio político que hoy, más allá de su consenso popular, sostiene a la presidenta. Así pretende instalar una imagen de orfandad, tras el cierre de las listas.
Casi como corolario de esta nueva hipótesis, aparece una reciente editorial del periodista Marcelo Longobardi en su programa del canal C5N. “Cristina Kirchner quemó las naves entre el 20 de junio y este sábado. Por cadena nacional anunció su candidatura en los términos ‘me voy a someter’. Anunció a Mariotto y Boudou y empezó el debate de que Cristina depuró al peronismo”.
Longobardi remarca en este sentido, las molestias que expresaron Luis D’Elía o Hugo Moyano, Tal vez no conformes con los lugares que tuvieron o no en las listas del oficialismo. Aunque también cataloga como “malestar silencioso” el que tendrían Agustín Rossi y Daniel Scioli.
"La depuración por lo general –dice el periodista- se hace después de la elección, no antes. Kirchner pacta con Duhalde y se deshace de él. Cristina se sacó de encima la CGT, Piumato y D’Elía. Si le va bien, ganó sola y no le va a deber nada a nadie. Serán ella, su vice, (Gabriel) Mariotto y La Cámpora”.
Si, de esa manera brutal, simplista y reduccionista Longobardi analiza el espacio político que hoy, más allá de su consenso popular, sostiene a la presidenta. Así pretende instalar una imagen de orfandad, tras el cierre de las listas.
Según pudo trascender, una vez fuera de cámara y en rueda de amigos, Longobardi afirmó que "menos mal que Cristina se va a quedar sola. Si quedándose sola gana en primera vuelta con el 40/45% de los votos y por más de 30 puntos, si llega a estar acompañada directamente habría que suspender las elecciones".
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