Como no puede explicarse el por qué de la simpatía popular por Cristina, que la perfilan como ganadora en primera vuelta en octubre, Luis Majul insiste con su único argumento: el "efecto emoción" que provoca la viudez de la presidenta.
En su habitual columna de los lunes en El Cronista, ayer titulada "La onda expansiva del caso Schoklender", el pelotudo de Luis Majul vuelve a la carga con su única bandera: la viudez de Cristina Fernández de Kirchner y el "efecto emoción" que, según él, es la única virtud que tendría la Presidenta para mantenerse como principal postulante para las presidenciales de octubre.Como no se explica por qué Cristina sigue al tope de las encuestas y se perfila como virtual ganadora en primera vuelta, el "argumento" subjetivísimo le viene a pie juntillas. En realidad, no sabe de otro. Él no es un analista político: como ya le endilgara Víctor Hugo Morales en oportunidad de la presentación de su "investigación" transformada en best-seller, apenas si puede juntar más o menos coherentemente jirones de trabajos ajenos.
Tras una semana de campaña mediática contra las Madres y el gobierno nacional a raíz del affaire Schoklender, el columnista de Francisco de Narváez sólo repite lo que los medios monopólicos titulan en tapa cada día. También se hace un par de "sesudas" preguntas al respecto: "¿Hasta dónde llegará la onda expansiva? ¿cuánto salpicará a Hebe de Bonafini la investigación judicial? ¿seguirá, la presidente Cristina Fernández de Kirchner, blindada como hasta ahora?" Sus respuestas son obvias: no sabe, no contesta.
Pero lo más llamativo es que hasta esta cuestión le viene bien para insistir con su caballito de batalla: la viudez de Cristina. "¿Hasta cuándo perdurará el denominado 'voto emoción' que hoy le permite a la jefa de Estado contar con una intención de voto superior al 40 por ciento? ¿Cuándo será el momento en que deje de ser vista como una mujer afectada por el dolor a la que hay que ayudar e incluso votar para empezar a ser considerada como una dirigente más, con sus defectos, sus virtudes, y la ambición por continuar en el poder?"
Otras preguntas que el bobo no sabe cómo responder pero que sirven para pintarlo de cuerpo entero: por un lado, su impotencia intelectual; por otro, su indignación ante la voluntad popular.
Luisito; te lo decimos una vez más: vos sos pelotudo porque sos pelotudo. No porque 6-7-8 te haga quedar como un pelotudo en sus informes.
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