miércoles, 8 de junio de 2011

Lanata le contestó a Aliverti

Jorge Lanata decidió dedicarle unas palabras a Eduardo Aliverti quien lo había cuestionado duramente por su posición respecto a las Madres del Plaza de Mayo. Lejos de responder generando un debate de ideas lo intentó ensuciar contando anécdotas del pasado.
 
 
“Pero vos, Jorge, vos con quien compartimos tantos años, tanta utopía, tanta pelea en solitario contra viento y marea y, sobre todo, tanta seguridad de que si tocaban a las Madres nos tocaban a todos, a todos los como vos y como yo y como tantos, ¿qué te pasó, Jorge? ¿Qué te pasa? ¿Estás nervioso? ¿Qué hacés mendigando espacios en el territorio de ellos, para decir lo que les conviene contra lo que tanto tiempo soñamos juntos? ¿A vos te parece hacer eso?"

Así arrancaba la extensa columna de opinión que Eduardo Aliberti escribió en Página/12 sobre la posición que adoptó Jorge Lanata en el caso Schoklender. Un extenso análisis sobre la posición ideológica que tomaba años atrás desde una visión progresista y que hoy contrariamente lo lleva a hacer conjeturas tan radicales que, desde TN, los conductores debieron interceder para moderar sus comentarios.

Lanada decidió contestar. No con un debate de ideas. No brindando un contrapunto. No haciendo una autocrítica. Ni siquiera argumentando, defendiendo su nueva postura o mejor dicho explicando las razones de un vire tan radical en sus concepciones. Lanata intentó ensuciar a Aliverti. Desde su columna en Libre contó hechos de su pasado para desestimar sus dichos.

"Se llama, en verdad, Eduardo García. Luego se agregó el apellido materno: Eduardo García Aliverti. De eso me enteré hace ya años, cuando rastreábamos la lista de los que habían sido favorecidos con créditos irregulares del Banco Hipotecario en la época radical. Así figuraba: García Aliverti. Trabajé con Eduardo hace muchos, muchos años, contratado por su productora en la mítica Radio Belgrano, en un programa llamado Sin Anestesia. Allí me ocupaba de las notas de investigación. Eduardo nos pagaba una miseria, y en negro; él, por su parte, ganaba una suma sideral, como si fueran $ 10.000 de ahora, contra $ 500 que cobrábamos nosotros, para dar un ejemplo. En aquellos años Eduardo estuvo brevemente de moda y se la pasaba dando -y cobrando- charlas en diversos sitios. Allí supe, por primera vez, que también iba a una cena más o menos numerosa si le pagaban para hacerlo", escribe en la columna.

Luego continúa: "Eduardo estaba en aquel tiempo cerca del PC; creo que aún lo sigue estando: el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos y el Credicoop, las empresas de fachada del partido, auspiciaban puntualmente todos sus programas, y él obedecía difundiendo sus gacetillas y candidatos. Lo llevé a Página/12 apenas sacamos el diario, ofreciéndole lo que aún sigue haciendo: una columna semanal en la que incluso hoy, 24 años después, sigue perdiendo la batalla contra la sintaxis. Cuando unos meses más tarde comenzamos a publicar Rosario/12, yo estaba de viaje y le pedí que fuera en nombre al lanzamiento. 'Este diario que fundamos con Lanata y Tiffenberg, entre otros..' comenzó Eduardo, que nunca había trabajado en la redacción y enviaba las columnas. En aquel tiempo, Eduardo -que ahora se espanta porque asisto a TN o Canal 13- co-conducía un programa de debate con Carlos Varela, un periodista pinochetista de triste renombre. No sé desde cuándo conocía a Varela, pero sus vínculos con la derecha militar eran ambiguos y se perdían en la noche de los tiempos".

Y así finaliza: "Eduardo publicó junto a Néstor J. Montenegro, en 1982, con Editorial Nemont, un reportaje a Galtieri titulado Los Nombres de la Derrota. Puede conseguirse en Mercado Libre a un precio módico. La presencia de Galtieri en el libro es anónima; se lo identifica como "una alta fuente militar" y en las 112 páginas se justifica su conducción de la guerra. El libro se publicó poco después de la derrota, y era el descargo del general alcohólico ante un locutor y un periodista. Ahora Eduardo dicta clases de moral desde la radio de José Luis Manzano y Daniel Vila. Antes trabajó en Rivadavia, la emisora del testaferro de Coti Nosiglia. Es lo que se dice un tipo versátil. Tiene una gran voz y nada, absolutamente nada para decir".

Lanata sale a hablar del pasado de Aliverti en vez de hacer referencia a las criticas que el periodista le propinó. Parecería ser que en vez de debatir le gusta ensuciar sus colegas y lo hace como si estuviera libre de pecados.

Este Lanata es el mismo que cambió de opinión en temas gravísimos, como por ejemplo, la apropiación ilegal de Papel Prensa o los negociados que el vicepresidente de Clarín, José Aranda posee en Corrientes. Temas que fueron cubiertos por su extinto diario Critica de la Argentina, pero que ahora parece olvidar. Es mas hasta llegó a decir que "Clarín es el mas débil" cuando el gobierno dio a conocer la investigación sobre Papel Prensa.

Lejos de hablar sobre esto, Eduardo Aliverti buscó debatir sobre un tema de actualidad, el Caso Schoklender. Pero no recibió de Lanata una respuesta justa, argumentada, que realmente refute sus acusaciones. Lanata solo brindó agresiones.

Nos surge un par de preguntas. Si Aliverti era todo lo que Lanata dice que era, ¿por qué lo llevó a trabajar con él a Página/12? ¿Por qué confió en la basura que sugún él dice que es Aliverti, para que lo reemplace en el lanzamiento de Rosario/12?

Solo Lanata tiene la respuesta. Aunque esta miserable versión de Lanata ya no tiene respuestas para nada.

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