A propósito del caso Schoklender, Luis Majul va a fondo en El Cronista: acusa al gobierno de no tener una política de Estado para los derechos humanos sino la mezquina intención de "pegarse a la marca Madres de Plaza de Mayo" y para "obtener legitimidad".
Esta semana, como cada semana, el pelotudo de Luis Majul escribió su columna para el diario de Francisco De Narcováez, El Cronista Comercial. Como no podía ser de otra manera, bajo el título "El mayor escándalo de la era K", el conductor de La Cornisa aborda "la" noticia de la semana, la que imponen los medios monopólicos, y trata de desmenuzarla.
Pero esta vez intentó ser original, darle su propia vuelta de tuerca a los obvios tópicos de Clarín, La Nación y Perfil sobre el caso Schoklender. En afán por pegarle al gobierno nacional, adosándole las tropelías del ex administrador de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, cuestiona no ya la polìtica de derechos humanos del kirchnerismo sino incluso sus intenciones al llevarla adelante.
Luego de afirmar livianamente que las realizadas por la Fundación son "las viviendas sociales más caras del mercado" sin aportar ningún dato concreto al respecto, en infeliz sostiene su parecer sobre la "motivación" gubernamental de apoyar, incluso con dinero, los proyectos de las Madres: "No lo hizo por altruismo. No lo hizo en homenaje a los 30 mil desaparecidos. No lo hizo por su evidente sensibilidad popular".
¿Por qué lo hizo, entonces? Respuesta de Majul: "Lo hizo a cambio de obtener le legitimidad, el prestigio y el halo de incorruptibilidad que no tenía cuando asumió. Lo hizo para pegarse a la marca Madres de Plaza de Mayo, el ícono de lucha humanitaria más importante de los últimos años".
Para el columnista de De Narcováez, entonces, la política de derechos humanos de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina es una "ficción", pues se trataría nada más que de intereses político-electorales mezquinos.
Currín On Line repudia enérgicamente a todos aquellos ciudadanos, especialmente los ciclistas, que agreden de palabra a Majul por la calle, gritándole "¡¡¡estúpido!!!
Nada, ni los despropósitos de Majul, justifican semejante agresión y falta de respeto a los estúpidos.
Pero esta vez intentó ser original, darle su propia vuelta de tuerca a los obvios tópicos de Clarín, La Nación y Perfil sobre el caso Schoklender. En afán por pegarle al gobierno nacional, adosándole las tropelías del ex administrador de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, cuestiona no ya la polìtica de derechos humanos del kirchnerismo sino incluso sus intenciones al llevarla adelante.
Luego de afirmar livianamente que las realizadas por la Fundación son "las viviendas sociales más caras del mercado" sin aportar ningún dato concreto al respecto, en infeliz sostiene su parecer sobre la "motivación" gubernamental de apoyar, incluso con dinero, los proyectos de las Madres: "No lo hizo por altruismo. No lo hizo en homenaje a los 30 mil desaparecidos. No lo hizo por su evidente sensibilidad popular".
¿Por qué lo hizo, entonces? Respuesta de Majul: "Lo hizo a cambio de obtener le legitimidad, el prestigio y el halo de incorruptibilidad que no tenía cuando asumió. Lo hizo para pegarse a la marca Madres de Plaza de Mayo, el ícono de lucha humanitaria más importante de los últimos años".
Para el columnista de De Narcováez, entonces, la política de derechos humanos de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina es una "ficción", pues se trataría nada más que de intereses político-electorales mezquinos.
Currín On Line repudia enérgicamente a todos aquellos ciudadanos, especialmente los ciclistas, que agreden de palabra a Majul por la calle, gritándole "¡¡¡estúpido!!!
Nada, ni los despropósitos de Majul, justifican semejante agresión y falta de respeto a los estúpidos.
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