Alfonsín promete "progresismo" mientras se abraza con De Narváez

El candidato presidencial por la UCR, Ricardo Alfonsín, cerró hoy su alianza con un exponente de la derecha, el narcolombiano Francisco De Narváez y prometió "un programa de gobierno progresista".

Alfonsín navega entre lo ilógico y lo impensado. Meses atrás decía que De Narváez jamás podría integrar un "frente progresista" y le tiraba flores al socialismo santafecino. Hoy, todo cambió y mientras el candidato de la UCR fustiga al socialismo, cierra alianzas con el "colo" y promete más "progresismo".

Resulta difícil de entender cómo un proyecto político se vende como progresista cuando incluye en su seno un personaje como De Narváez, impulsor del ya olvidado "mapa de la inseguridad" para propones soluciones de mano dura. Además, el narcolombiano fue aliado de Macri en las legislativas de 2009.

Sin embargo, Alfonsín celebró el acuerdo y explicó: “hay decisiones en la vida y en la política que requieren de mucho coraje, convicción y de hombres y mujeres dispuestos a asumir riesgos”.

Al mismo tiempo, criticó alsocialismo y señaó que su plan de gobierno es "mucho más progresista del de aquellos que asumen una retórica progresista pero no se atreven a tomar las decisiones que hay que tomar para ganar las elecciones".

Así, intentó justificar su alianza como una estrategia electoral y fustigó a Hermes Binner quien, de acuerdo a sus convicciones, se negó a integrar un espacio denominado progresista junto con el "narcolo" De Narváez.

“Yo sé que puede haber quienes con buena intención no compartan y no comprendan. Se también que puede haber quienes con mala intención, con deshonestidad intelectual, cuestionen la iniciativa que hemos puesto en marcha radicales y peronistas en la provincia", agregó Alfonsín.

Lo cierto es que la alianza entre De Narváez y el candidato presidencial de la UCR ya se lanzó. Resta saber si funcionará como ambos esperan, o la evidenciación de una alianza especulativa deteriora la imágen de Alfonsín.

Con todo lo bueno que podía haber heredado del padre, el bobo de Ricardito prefirió heredar los trajes y las corbatas. Y el pobre Raúl se sigue revolviendo en la tumba.