Beatriz Sarlo estuvo en la mesa de 678 y como era evidente los medios opositores intentaron sacar tajada del debate que propuso el programa que se emite en canal 7. Ricardo Roa, editor general adjunto de Clarín opinó sobre el envío.
La ensayista y crítica cultural Beatriz Sarlo, con su eterna cara de "estar oliendo mierda", estuvo el martes en 6-7-8 y debatió con los panelistas del programa el contenido del envío y la forma en que los medios hacen el tratamiento de las noticias. Como era de esperar la repercusión de su participación fue tan grande que en twitter fue unos de los diez temas más comentados a nivel mundial y fue reflejado en radios, portales de noticias y diarios argentinos.
Hoy, Ricardo Roa, editor general adjunto de Clarín opinó sobre el envío. Claramente intentó "colgarse" de los dichos vertidos por Sarlo en el programa que tanto los medios hegemónicos acusaron de ser "propaganda del gobierno" y de no abrir el debate.
Para Roa, "fueron siete contra uno: los cinco panelistas habituales y dos refuerzos. Uno, Mariotto, el funcionario que regula la actividad de los medios. Y otro, el filósofo Forster, vocero de Carta Abierta, el grupo de intelectuales que acompaña al Gobierno. Siete contra Sarlo: pluralismo al estilo K".
Como era de esperar en Clarín, solamente retomaron la parte en que la intelectual le responde "conmigo no" a Orlando Barone ante la pregunta sobre porque no da su opinión acerca de la causa que intenta determinar si los hijos de la directora de Clarín son hijos de desaparecidos y los amparos que permiten que el multimedio sea exento de cumplir la nueva ley de medios.
"Otro que saltó con ella a la fama fue el periodista Orlando Barone, aunque de la peor manera: en la red se ganó la etiqueta `conmigonobarone` . Con esa frase, Sarlo le recordó el incómodo pasado que, como tantos otros kirchneristas, Barone pretende ocultar . Fue como decirle: no te hagas el progresista, te conozco bien. Hay actitudes que deberían despertar vergüenza", escribió Roa evitando nombrar cual fue la pregunta que hizo Barone que tanto molestó a Sarlo. Está más que claro que Clarín no va a nombrar la situación judicial que recae sobre Marcela y Felipe Noble Herrera.
Luego el editor analiza algunos pasajes del debate. "Forster le criticó a Sarlo que en sus análisis pierda de vista la relación de los medios con el poder real y con la construcción del sentido común. Como si 6-7-8 no tuviera ninguna relación con el poder", describe y agrega: "Mariotto dijo que habría que discutir `si Clarín le baja la línea a Sarlo o Sarlo a Clarín`. Sólo a Mariotto se le puede ocurrir semejante disparate".
La respuesta de Roa es bastante clara. Primero en ningún lado de su columna niega lo que dijo Forster sobre la relación que los medios tienen con el poder, y luego, solo utiliza la palabra "disparate" para describir la acusación de Mariotto en vez de refutar con algún argumento esta expresión.
Las palabras finales dan cuenta de la posición extremista que llegan ciertos medios que siempre buscan un "ganador" cuando no hay pelea. "Sólo ellos saben por qué la invitaron a Sarlo para debatir el papel de los medios en un club donde hacen cacheo ideológico. Pero ella pudo con todo . Por su valor y sus ideas. Y porque siempre es frágil cualquier tinglado sostenido en la obsecuencia", dijo el editor adjunto del pasquín envuelve huevos.
Sarlo puedo hacer lo que la mayoría de los periodistas de Clarín no pueden: sentarse a debatir ideas libremente. Envidia sana o no tan sana, demuestra la columna de Roa quien decidió colgarse de un debate ajeno porque no puede tener el propio.
Hoy, Ricardo Roa, editor general adjunto de Clarín opinó sobre el envío. Claramente intentó "colgarse" de los dichos vertidos por Sarlo en el programa que tanto los medios hegemónicos acusaron de ser "propaganda del gobierno" y de no abrir el debate.
Para Roa, "fueron siete contra uno: los cinco panelistas habituales y dos refuerzos. Uno, Mariotto, el funcionario que regula la actividad de los medios. Y otro, el filósofo Forster, vocero de Carta Abierta, el grupo de intelectuales que acompaña al Gobierno. Siete contra Sarlo: pluralismo al estilo K".
Como era de esperar en Clarín, solamente retomaron la parte en que la intelectual le responde "conmigo no" a Orlando Barone ante la pregunta sobre porque no da su opinión acerca de la causa que intenta determinar si los hijos de la directora de Clarín son hijos de desaparecidos y los amparos que permiten que el multimedio sea exento de cumplir la nueva ley de medios.
"Otro que saltó con ella a la fama fue el periodista Orlando Barone, aunque de la peor manera: en la red se ganó la etiqueta `conmigonobarone` . Con esa frase, Sarlo le recordó el incómodo pasado que, como tantos otros kirchneristas, Barone pretende ocultar . Fue como decirle: no te hagas el progresista, te conozco bien. Hay actitudes que deberían despertar vergüenza", escribió Roa evitando nombrar cual fue la pregunta que hizo Barone que tanto molestó a Sarlo. Está más que claro que Clarín no va a nombrar la situación judicial que recae sobre Marcela y Felipe Noble Herrera.
Luego el editor analiza algunos pasajes del debate. "Forster le criticó a Sarlo que en sus análisis pierda de vista la relación de los medios con el poder real y con la construcción del sentido común. Como si 6-7-8 no tuviera ninguna relación con el poder", describe y agrega: "Mariotto dijo que habría que discutir `si Clarín le baja la línea a Sarlo o Sarlo a Clarín`. Sólo a Mariotto se le puede ocurrir semejante disparate".
La respuesta de Roa es bastante clara. Primero en ningún lado de su columna niega lo que dijo Forster sobre la relación que los medios tienen con el poder, y luego, solo utiliza la palabra "disparate" para describir la acusación de Mariotto en vez de refutar con algún argumento esta expresión.
Las palabras finales dan cuenta de la posición extremista que llegan ciertos medios que siempre buscan un "ganador" cuando no hay pelea. "Sólo ellos saben por qué la invitaron a Sarlo para debatir el papel de los medios en un club donde hacen cacheo ideológico. Pero ella pudo con todo . Por su valor y sus ideas. Y porque siempre es frágil cualquier tinglado sostenido en la obsecuencia", dijo el editor adjunto del pasquín envuelve huevos.
Sarlo puedo hacer lo que la mayoría de los periodistas de Clarín no pueden: sentarse a debatir ideas libremente. Envidia sana o no tan sana, demuestra la columna de Roa quien decidió colgarse de un debate ajeno porque no puede tener el propio.
Roa: ya que te colgaste de un debate ajeno... COLGATE DE ESTA!!! (imagine el amigo lector el gesto del redactor).
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