Una y otra vez, el columnista estrella de De Narváez, Luis Majul, insiste en un maniqueísmo extremo: buscar el candidato común del antikirchnerismo "democrático" para evitar la continuidad en el gobierno del kirchnerismo "fascista".
Aunque hay quienes sostienen que toda la vida se aprende, constantemente aparecen individuos que niegan esa verdad. Hay personas que, llegada cierta edad, son incapaces de aprender y a quienes se puede aplicar otro dicho popular: el hombre es el único animal que tropieza o más veces con la misma piedra, que comete idéntico error.
Parece ser el caso del infeliz de Luis Majul, quien en su columna de ayer en el diario de Francisco De Narváez, El Cronista, titulada "El miedo que une a la oposición", insiste con el mismo error que, por cierto, no le es privativo: todos los periodistas, columnistas y escribas del establishment lo sueñan. Esto es: un arco opositor -todos, de izquierda a derecha- unido para vencer electoralmente en octubre a Cristina Fernández de Kirchner.
"El escenario político está convulsionado -asegura el tarado-. Tanto, que sectores que antes señalaban a Mauricio Macri como el gran candidato de la derecha conservadora hoy lo empiezan a vislumbrar como un freno para evitar que Cristina Kirchner sea reelecta y su futuro gobierno se radicalice todavía más, coartando las libertades básicas en nombre de la profundización del modelo".
Para el cada vez más pelotudo Luis estamos bajo un gobierno de características "fascistas". Más allá de pretender banalizar el término fascista (que implica prejuicios raciales, masacres, campos de concentración, ataque en forma a todas las organizaciones populares, etc.), lo que se busca -como a mediados de siglo pasado- es polarizar la sociedad en términos extremos y así polarizar la política en términos maníqueos: kirchnerismo fascista-antikirchnerismo democrático.
Luego de indicar que "dirigentes amplios y reflexivos como Rodoldo Terragno están espantados con la radicalización ideológica que perciben en amplios sectores del gobierno", a la que adjudica una "metodología fascista", Majul no puede o no quiere ver la radicalización que él, como parte de la oposición encarnada en los multimedios como Clarín y La Nación, promueven en la sociedad. Lo que, además de espanto, causa pudor intelectual y vergüenza ajena.
"Del temor que genera un futuro sin el funcionamiento mínimo de las instituciones y el respeto indispensable de la división de poderes", dice Majul respecto de un nuevo gobierno de Cristina Fernández, Luis ve en Macri al catalizador electoral opositor, aunque a precandidatos como Fernando Pino Solanas, Ricardo Alfonsín, Hermes Binner, Luis Juez, Margarita Stolbizer "no les gusta" el jefe de Gobierno porteño.
Pero sucede, según Majul, que todos ellos "comparten el temor por el sesgo autoritario que está dominando a importantes sectores del gobierno". Por ello, al parecer todos ellos podrían "tragarse el sapo ante la amenaza de la reelección indefectible".
Confirmado: Majul toma carrera para ser pelotudo.
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