La ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, se refirió a la nueva medida que establece que los policías de la Federal que custodiaban edificios públicos patrullen la calle. Tiene por abjetivo "garantizar la prevención del delito".
La ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, consideró ayer que los efectivos de la Policía Federal que fueron desafectados como custodios de edificios públicos porteños serán destinados a partir de esta medianoche "desde las comisarías a tareas de calle", para "reforzar la presencia de la policía" y de esta manera "garantizar la prevención del delito".
El Ministerio de Seguridad que conduce Nilda Garré decidió cambiarles la función a 1.200 efectivos que trabajaban distribuidos en 114 lugares, donde realizaban tareas conocidas como "adicionales".
La ministra confirmó, tras encabezar en la Biblioteca Nacional el lanzamiento del Plan Nacional de Participación Comunitaria en Seguridad, que la medida es para "reforzar la presencia de la policía en la calle y en actividades esencialmente policiales", y de esta manera "garantizar la prevención del delito".
En tanto, aseguró que "las comisarías van a ser sometidas a un sistema de monitoreo a los efectos de ver cómo el mapa del delito va corrigiéndose en forma favorable, o sea disminuyendo la conflictividad".
Asimismo, minimizó la decisión del gobierno porteño de incorporar a oficiales de la federal desafectados por la cartera que encabeza la semana pasada, y dijo que "es una opción que tiene la Policía Metropolitana". Sin embargo algunos de los agentes separados de la fuerza son investigados por casos de corrupción.
Finalmente, sobre el documento firmado por algunos miembros de la oposición acerca de un supuesto riesgo que atraviesa la democracia, la funcionaria nacional sostuvo que es "un dislate" y señaló que "está tan consolidada afortunadamente nuestra democracia que hablar de eso hoy me hace pensar en que no hay una agenda de temas importantes en la carpeta del futuro que tengan (la oposición) para tratar".
El Ministerio de Seguridad que conduce Nilda Garré decidió cambiarles la función a 1.200 efectivos que trabajaban distribuidos en 114 lugares, donde realizaban tareas conocidas como "adicionales".
La ministra confirmó, tras encabezar en la Biblioteca Nacional el lanzamiento del Plan Nacional de Participación Comunitaria en Seguridad, que la medida es para "reforzar la presencia de la policía en la calle y en actividades esencialmente policiales", y de esta manera "garantizar la prevención del delito".
En tanto, aseguró que "las comisarías van a ser sometidas a un sistema de monitoreo a los efectos de ver cómo el mapa del delito va corrigiéndose en forma favorable, o sea disminuyendo la conflictividad".
Asimismo, minimizó la decisión del gobierno porteño de incorporar a oficiales de la federal desafectados por la cartera que encabeza la semana pasada, y dijo que "es una opción que tiene la Policía Metropolitana". Sin embargo algunos de los agentes separados de la fuerza son investigados por casos de corrupción.
Finalmente, sobre el documento firmado por algunos miembros de la oposición acerca de un supuesto riesgo que atraviesa la democracia, la funcionaria nacional sostuvo que es "un dislate" y señaló que "está tan consolidada afortunadamente nuestra democracia que hablar de eso hoy me hace pensar en que no hay una agenda de temas importantes en la carpeta del futuro que tengan (la oposición) para tratar".
Eugenio Burzaco, jefe de la Policía Metropolitana, manifestó que la medida adoptada por Garré "perjudica a los vecinos" y que "la Policía Metropolitana no cuenta con agentes para cubrir la custodia de los edificios oficales".
Si la Policiá Metropolitana no sirve para desalojar el Parque Indoamericano, si no sirve para intervenir en revueltas porque no tiene guardia de infantería y si ahora, resulta que tampoco sirve para hacer guardia frente a los edificios públicos, ¿alguien podría explicarnos a los porteños para qué carajo sirve la Policía Metropolitana?
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