El mendocino estableció hoy diferencias con su adversario interno Ricardo Alfonsín, a quien ligó con la figura de su padre, Raúl, y en ese marco aseguró que no va a pedir "el voto de la nostalgia"
El senador Ernesto Sanz lanzó hoy formalmente su precandidatura presidencial en el teatro Gran Rex con fuertes críticas al Gobierno y un duro mensaje a Ricardo Alfonsín, a quien vinculo al pasado y la nostalgia.
"Yo no voy a pedir el voto de la nostalgia. Voy a pedir el voto de la esperanza. Si sólo nos conformamos con nuestros recuerdos nos vamos a quedar a mitad de camino", sostuvo Sanz al marcar diferencias con su adversario en la UCR de cara a las internas del próximo 30 de abril.
Al tomar la palabra ante la sala llena, el mendocino remarcó incluso que al igual que otros ex presidentes y líderes argentinos, "Raúl Alfonsín ya no está" y remató: "Yo sólo me llamo Sanz, tengo un pasado como todos, pero no me alimento del pasado".
"Raúl Alfonsín ya no está. Néstor Kirchner se ha ido. Recordarlos y respetarlos es una actitud inteligente, pero pedirles que nos señalen el camino del futuro es demasiado", remarcó Sanz y se llevó el aplauso de las más de tres mil personas que colmaron el teatro porteño.
Por otra parte, el presidente radical en licencia dijo que el gobierno de Cristina Kirchner "está terminado" y sostuvo que junto a los radicales está "en condiciones de liderar una alternativa de gobierno que es posible y es viable", aunque advirtió que para ello "es necesario ganar el 30 de abril".
"Si vamos a ganar estas elecciones lo haremos por millones que no son radicales. Tenemos que poner en pie un proyecto capaz de desbordar las fronteras radicales, incluidos ciudadanos de buena fe que votaron a los Kirchner", sostuvo, en una fuerte convocatoria al electorado independiente.
Entre los presentes estuvieron Rodolfo Terragno, Federico Storani, Horacio Jaunarena, Facundo Suárez Lastra, Jesús Rodríguez, Juan Pablo Baylac y Cristian Colombo, entre otros (medio gobierno de Alfonsín y de la Alianza. Menos mal que no pide el voto "nostalgia").
Como ejes de su propuesta electoral, Sanz dijo que se hará "cargo del problema de la inseguridad" y para ello se comprometió a "perseguir hasta el final a los que dirigen el delito" y que aparecen vinculados a negocios del Estado.
Además, en una de sus principales críticas al kirchnerismo, prometió llevar las cifras de inflación a un dígito e impulsar "una gran reforma educativa; la que ellos no han hecho ni nunca harán".
"Me presento a estas elecciones porque sé que estoy en mejores condiciones para sumar más, para construir una nueva mayoría, para liderar un proyecto de país más que de partido. Porque es cierto que sin el radicalismo, no arrancamos. Pero sólo con el radicalismo, no llegamos", indicó Sanz en su mensaje.
Advirtió también a sus correligionarios que para ganar estas elecciones se necesitará "el apoyo de muchos millones de ciudadanos que ni son radicales ni lo van a ser nunca y ni siquiera se sienten especialmente cerca" de la UCR, pero insistió en que "ganar el 30 es empezar a ganar en octubre".
"Hoy volvemos a estar en condiciones de liderar una alternativa de gobierno que es creíble, que es viable y que es deseable para la mayoría. No sé si el amor a este partido se lleva en la sangre, pero les aseguro que yo lo llevo en el alma y en el corazón, porque soy de este partido hasta los huesos", remarcó en otro mensaje a su rival.
Sobre el actual Gobierno, el senador dijo que "tira la Argentina para atrás", ya que "lo que en su momento se presentó como una renovación de la política, se ha convertido en una sucesión de engaños, manipulaciones y falsificación de datos para tapar los problemas".
"Ha llegado el momento de que el pueblo argentino, con toda serenidad pero con firmeza, le diga en las urnas: Gracias y adiós, señora Kirchner", subrayó.
Sobre el escenario, el ex intendente de San Rafaél también apuntó contra sectores del sindicalismo vinculados a la Casa Rosada que advirtieron sobre la supuesta debilidad del radicalismo para gobernar, lo que -aseguró- "ha dejado de ser verdad porque las cosas han cambiado para siempre".
"Algunos piensan que no nos van a dejar gobernar aquellos que se aprovechan del trabajo de los demás y se creen dueños del país".
"Yo siempre estoy dispuesto a dialogar, pero me importan más los derechos de los trabajadores que los de las cúpulas sindicales", advirtió.
Sobre el final de su mensaje, aludió al derrumbe de último gobierno radical en 2001, se mostró seguro de su capacidad de gestión y sostuvo que en caso de llegar a la Presidencia "ya no va a haber nadie que desestabilice a un gobierno democrático desde la calle".
"Si Ernesto Sanz es Presidente de la República, habrá alguien en la Casa Rosada que no se deja abrumar ni acomplejar por los fantasmas del pasado. Les aseguro que este Presidente radical gobernará todos y cada uno de los días de su mandato hasta que los ciudadanos en las urnas decidan otra cosa", subrayó.
Resumiendo, Sanz es como Sandrini. Lo vas a ver al teatro y no sabés si llorar o reírte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario