Luis Majul cristaliza en su columna de ayer en La Nación, la prédica que la oposición político-mediática eligió para el verano 2011. No solo que desestima a las encuestas que posicionan a Cristina en un indiscutido primer lugar, sino que desarrolla proyecciones que son música para los oídos del antikirchneismo pese a que lejos están de la realidad.
En el mundo de los Majul: “La presidenta Cristina Kirchner ganaría la primera vuelta, pero perdería la segunda. El próximo presidente podría ser Mauricio Macri, con el apoyo de Francisco de Narváez y Eduardo Duhalde, porque hay un principio de acuerdo para concretar una sociedad política. Daniel Scioli iría por la reelección en la provincia porque jamás se atrevería a romper con la viuda. Ricardo Alfonsín triunfaría en la interna frente a Ernesto Sanz, pero terminaría tercero en la general porque expresaría una versión más honesta del kirchnerismo. Pino Solanas haría una excelente campaña y les quitaría votos tanto a la Presidenta como al radical”. Ni Elisa Carrió en 6 meses hizo tantas predicciones juntas como Majul en un solo párrafo de su columna.
Aunque uno de los vaticinios de Majul quedó endeble ya en el día de hoy, cuando Duhalde dijo que es "el único que puede gobernar este país después de (Néstor) Kirchner" en un claro desaire a Mauricio.
Pero bien, siguiendo con las conclusiones del pelot... perdón, del periodista, hay que decir que surgen luego de charlas de las que participó ente la arena y el cemento durante enero.
Entre sus planteos esboza que “la muerte de Néstor Kirchner hizo subir la intención de voto de su esposa hacia un techo que, hasta noviembre pasado, perforaba los 40 puntos (...) Pero desde ese momento viene cayendo y sus decisiones sobre los sucesos de Villa Soldati le hicieron perder buena parte del apoyo de la clase media". Los encuestadores consultados por Majul varicinan que "la curva seguiría en descenso, lento pero continuo, por el desgaste en el ejercicio del poder”.
Esto no es todo, entre las conclusiones de Majul aparece también, (vaya a saber por qué, ya que no lo explica) que “los líderes de la oposición irán subiendo en las encuestas a medida que se acerque la fecha de la elección” y en consecuencia “si la Presidenta tocó su pico de intención de voto después de la muerte de su marido la gran incógnita será en qué momento se cruzarán las curvas”.
Parece que Luis no tiene dudas y todo es cuestión de tiempo. Por ahora los medios afines a su postura no se animan a publicar ninguna encuesta preelectoral.
Pero lo más llamativo es que después, cuando por la calle la gente le grita "estúpido" o "pelotudo", Majul dice que es culpa de Duro de Domar y de 6-7-8.
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