Según Clarín, la canasta escolar viene este año con un aumento espeluznante que, por cierto, ningún medio periodístico serio ha podido corroborar con el simple ejercicio de salir a relevar precios en comercios de diferente barrios.
Pero si Clarín dice que viene con aumento, entonces tiene que ser cierto, porque -sabido es- Clarín nunca miente.
Por eso, Currín On Line quiere ofrecerle a los sufridos padres, algunas alternativas más económicas frente los precios abusivos de los útiles escolares.
La primera sugerencia -y la más obvia- es no mandar a los chicos al colegio y, en cambio, llevarlos a trabajar en el desflore del maíz para la firma Nidera.
La segunda sugerencia, es la de rever algunas cuestiones, como por ejemplo, la de la mochila. Resulta ser que ahora, la mochila forma parte de la canasta escolar. Quien escribe estas líneas, cursó estudios primarios y secundarios completos, desde 1969 hasta 1980 y para lo único que usaba una mochila, era para irse de campamento con los vagos amigos. Y jamás tuvo que recurrir a un psicólogo por trauma alguno causado por la no utilización de una mochila en 3er. grado.
Finalmente, una tercer sugerencia. Por los precios que publicó Clarín, antes que comprar dos gomas, conviene hacerse tirar la goma por los travas que paran a lo largo del paredón del cementerio de Chacarita, sobre la calle Guzmán; que cobran más o menos lo mismo y encima, podés hablar de fútbol.
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