El plantel de River entrenó a puertas cerradas en el predio del club Kimberley de Mar del Plata, con la presencia de efectivos policiales custodiando el lugar.
La razón: un pedido de su entrenador Juan José López, quien ayer escuchó varios reclamos airados de simpatizantes del club por la continuidad de Ariel Ortega y quizo evitar altercados.
Entrenar con custodia policial por el descontento de los hinchas aparece como una nueva modalidad de en fútbol argentino.
El técnico de Olimpo de Bahía Blanca, Omar de Felipe, solicitó custodia para evitar altercados con un grupo de hinchas que en la jornada de ayer exigían la vuelta de Mauro Laspada al primer equipo.
Por su parte, Ramón Díaz, técnico de San Lorenzo de Almagro, hizo lo propio, teniendo en cuenta el descontento de la parcialidad azulgrana por la no participación del delantero Héctor Scotta en la pretemporada.
En tanto, en la Ciudad de Tandil y a pedido del presidente Amor Ameal, efectivos de la policía bonaerense efectuaron un cerco humano en torno del predio donde se entrena el plantel de Boca. Consultado al respecto, Ameal señaló: "Entre nuestros hinchas, por suerte, no existe descontento. El cerco policial lo pedí porque a Riquelme, entrenar le gusta menos que ir al proctólogo y de este modo, impedimos que se raje de los entrenamientos".
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