MUGRIZIO MACRI, Y MICHEL TEMER, QUIENES SE REUNIRÁN EL MARTES PRÓXIMO EN BRASILIA, COINCIDEN EN LA "ELIMINACIÓN DE TODAS LAS BARRERAS" PARA CONVERTIR AL MERCOSUR EN UNA ZONA DE LIBRE COMERCIO QUE PUEDA NEGOCIAR ACUERDOS CON OTROS PAÍSES Y BLOQUES, ANUNCIÓ AYER EL SUBSECRETARIO PARA AMÉRICA LATINA DE LA CANCILLERÍA BRASILEÑA, PAULO ESTIVALLET DE MESQUITA.
Al explicar aspectos de la visita que realizará Macri a Brasilia, Estivallet de Mesquita también expresó la
"preocupación" brasileña por la normativa argentina de autopartes, uno de los reclamos del gigante vecino.
"La percepción de Argentina y de Brasil es la idea de que se complete el libre comercio de todos los productos dentro del Mercosur. Los dos gobiernos tienen convergencias micro y macroeconómicas y consideran que sería mejor para todos que se cumpla con la eliminación de todas las barreras", dijo el diplomático en conferencia de prensa.
La visita de Macri será de un día pero con una agenda de trabajo que comenzará por la mañana en el Palacio del Planalto con una reunión con Temer y otra ampliada a los dos gabinetes, en la búsqueda de consensos y negociaciones anticipadas por la misión que el martes pasado realizó el ministro de la Producción, Francisco Cabrera.
Luego, almorzará en el Palacio de Itamaraty y durante la tarde, antes de partir, hará visitas protocolares al presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, al del Senado, Eunicio de Oliveira, y a la titular del Supremo Tribunal Federal, Carmen Lúcia Antunes.
La visita tiene como objetivo, según el portavoz brasileño, demostrar que el rumbo que le imprimen desde Buenos Aires y Brasilia al comercio es una plataforma de consensos para buscar nuevos mercados y acuerdos comerciales con Japón, Corea, Canadá y el grupo europeo EFTA (Suiza, Noruega, Liechtenstein e Islandia).
En todo momento, el embajador Mesquita repitió que "este es el mayor momento de convergencia de los últimos años" entre los dos países y en ese sentido apuntó a que existe una agenda para avanzar en buscar opciones comerciales, como insistir con fuerza en un acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur.
"El acuerdo con la UE no depende apenas de nuestra voluntad, es necesario que la UE demuestre esa voluntad con las concesiones necesarias. Los presidentes están empeñados en dar orientación a sus ministros para avanzar. Este será un tema de la agenda de conversaciones", dijo.
También explicó que el contexto regional e internacional será el tema de la agenda de los presidentes el próximo martes, al ser consultado sobre la percepción de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ante un escenario de mayor proteccionismo por parte de Estados Unidos.
Pero en el marco de la relación bilateral, el diplomático insistió en que "es necesaria una mayor convergencia y eso es posible porque existe una coincidencia mayor entre los dos países sobre la organización del comercio y la regulación de la economía para atraer inversiones".
En ese marco, atribuyó al régimen de autopartes que prevé compras nacionales como parte "de una visión anterior", para lo cual esperamos una solución positiva, dijo, en obvia referencia al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
"Este tema viene siendo objeto de discusiones en el nivel ministerial. Nos causa gran preocupación que aspectos de este régimen no nos parecen compatibles ni con normas de OMC ni con normas bilaterales, este tema sí tiene gran prioridad", sostuvo.
Sin embargo, aclaró que no sabe si el golpista presidente Temer colocará en la mesa de negociaciones este punto y advirtió que Brasil "tomará acciones necesarias para asegurar los intereses para la generación de empleos y su producción industrial". Este asunto, reparó, "debe ser mirado con cuidado", pero explicó que el acuerdo automotriz siempre es considerado relevante porque domina la agenda binacional industrial.
Los dos gabinetes tratarán sobre acuerdos de cooperación en compras gubernamentales y en complementación de inversiones.
La visita de Macri forma parte de un relanzamiento de las relaciones Brasilia-Buenos Aires que tuvo su punto de partida con el viaje que realizó Temer el año pasado a la capital argentina, apenas fue confirmado en el cargo, tras la destitución de Dilma Rousseff. Argentina es el tercer socio comercial de Brasil, detrás de China y Estados Unidos.